El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rechazó categóricamente las acusaciones de que la Federación Rusa haya enviado drones hacia Alemania y otros países de la Unión Europea en una rueda de prensa el 6 de octubre, recogida por la agencia TASS. Peskov calificó de “extraño” el tema de los drones y afirmó que “no existe fundamento alguno para acusar de ello a Rusia”, denunciando que “en Europa hay muchos políticos que tienden a acusar ahora de todo a Rusia”, en alusión a declaraciones del canciller alemán Friedrich Merz, quien señaló que Moscú “podría estar detrás de la mayoría de estos vuelos de drones”.

El viceministro ruso de Exteriores, Alexandr Grushkó, confirmó que Rusia propuso consultas a Polonia con los Ministerios de Defensa y Exteriores, que fueron rechazadas, y lamentó que Varsovia acudiera a la OTAN para activar el artículo 4 ante una posible amenaza, evidenciando "falta de interés en esclarecer la situación". Grushkó acusó a la UE y la OTAN de "planear una escalada militar contra Rusia", señalando el incremento de maniobras agresivas, presencia de bombarderos estratégicos estadounidenses y actividades de espionaje aéreo junto a las fronteras rusas.

“Preparativos para un enfrentamiento militar”

Estas declaraciones llegan en medio de una creciente preocupación en Europa por una supuesta "amenaza de drones", que a raíz de informaciones confusas y variables, ha provocado el cierre temporal de aeropuertos como el de Múnich y preocupación en países del flanco oriental de la OTAN. Sin embargo, ni en Alemania ni en otros estados se han documentado incidentes con drones armados y las autoridades aseguran investigar los casos con prudencia y medidas de seguridad reforzadas, mientras Rusia niega su involucramiento y alerta contra “preparativos para un enfrentamiento militar”.

El panorama muestra la tensión acumulada en la región, donde la narrativa alarmista sobre incidentes de drones se utiliza para justificar preparativos militares y discursos de alerta en medio de una estrategia de confrontación geopolítica, mientras Moscú denuncia que se intenta "crear un clima de miedo y división injustificadas".