Miles de gazatíes comenzaron a regresar a lo que queda de sus hogares en ruinas este viernes, una vez entrado en vigor el alto el fuego pactado entre el Gobierno israelí y el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, aprobado por amplia mayoría entre las facciones de la resistencia palestina y en el Gobierno de Benjamín Netanyahu, que lo anunciaba oficialmente al mediodía, hora local. El ejército genocida ha anunciado la retirada parcial de sus tropas, que en esta fase del alto el fuego seguirá manteniendo el control directo del 53% del territorio de Gaza con tropas sobre el terreno, mientras los desplazados vuelven a zonas como Rashid y la carretera de la costa.

El próximo punto caliente del alto el fuego será el canje de los últimos 48 prisioneros israelíes, 20 vivos y 20 muertos, a cambio de casi 2.000 presos palestinos, muchos de ellos con cadenas perpetuas por acciones armadas contra Israel. Netanyahu amenaza con que Hamas "debe ser desarmado por las buenas o por las malas", por lo que no es descartable los sionistas retomen el genocidio sobre los palestinos en cualquier momento, como han hecho en anteriores ocasiones. La resistencia, por su parte, se niega rotundamente a deponer las armas.

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El acuerdo, impulsado por EE.UU. y mediado por Qatar, Egipto y Turquía, supondría la liberación de todos los prisioneros israelíes y la retirada parcial de las tropas de ocupación de Gaza, al tiempo que facilitaría la entrada de ayuda humanitaria. Los líderes internacionales han querido presentarlo como "el fin de la guerra", pero se suman las razones para el escepticismo.

El acuerdo supone un alivio para la población gazatí, pero las incertidumbres en la segunda fase —que incluye la creación de un Gobierno "tecnócrata" palestino y la reconstrucción del enclave— genera muchas dudas y cautela entre los gazatíes, que han vivido años de promesas incumplidas y violencia colonial persistente avalada y financiada por Occidente. Recelosos ante las potencias que pretenden presentarse como "salvadoras", muchos gazatíes cuestionan por qué sería diferente esta vez.