El BBVA pierde su opa hostil sobre el Sabadell: no logra ni el 26 % de los apoyos
El banco fracasa en uno de los mayores asaltos empresariales del sector financiero del Estado español, tras 17 meses de batalla financiera, oposición política y rechazo accionarial.

El BBVA ha reconocido el fracaso definitivo de su oferta pública de adquisición sobre el Banco Sabadell después de obtener tan solo el 25,47 % del capital, lejos del 50 % mínimo para el control e incluso sin superar el 30 % que habría permitido mantener opciones de lanzar una segunda opa futura. La operación planteaba entregar una acción nueva de BBVA por cada 4,8376 del Sabadell, pero se ha estrellado ante la reticencia de la mayoría de accionistas y la dirección de Sabadell, que ha mantenido la oposición a la integración hasta el final.
El proceso, que ha durado más de 17 meses, se ha resuelto con el anuncio oficial de la Comisión Nacional del Mercado de Valores al cierre de los mercados del Estado español. La operación se ha producido en un contexto de disputas políticas, con oposición explícita de Moncloa —que impuso condiciones para retrasar cualquier integración varios años— y preocupación por el impacto en el empleo, oficinas y competencia. Sindicatos han celebrado el resultado como una “victoria social” y han advertido que la fusión habría supuesto graves riesgos de reducción de empleo y exclusión financiera.
Este desenlace mantiene el mapa bancario del Estado español de la siguiente forma: BBVA continuará como tercer grupo financiero, Sabadell como cuarto, y la entidad catalana preserva su autonomía, respaldada tanto por las instituciones como por los pequeños accionistas y el tejido empresarial catalán. El episodio pone fin —por ahora— a una de las mayores guerras corporativas recientes en las finanzas del Estado español.