Grecia aprueba la reforma antiproletaria que extiende la jornada laboral a 13 horas diarias
La ley del Gobierno conservador impone jornadas de hasta 13 horas por un máximo de 37 días en el sector privado, generando un rechazo masivo en la clase obrera.

El Parlamento griego aprobó este 16 de octubre una reforma laboral antiproletaria presentada por el Gobierno de Nueva Democracia encabezado por Kyriakos Mitsotakis, que autoriza extender la jornada laboral hasta 13 horas diarias en el sector privado. La medida podrá aplicarse hasta 37 días al año y es calificada por las autoridades como "voluntaria", con una supuesta compensación del 40% para cada hora extra trabajada.
La ministra de Trabajo, Niki Kerameos, defendió la reforma alegando que "ofrecerá mayor flexibilidad para sectores con escasez de mano de obra estacional", como el turismo, del cual depende la economía del país heleno. Kerameos también se ha excusado con que "evitará que los trabajadores busquen múltiples empleos parciales, permitiendo mayores ingresos con un solo empleador". Además, subraya que "permanecerán los límites legales de 48 horas semanales y 150 horas extras anuales", y promete que "ningún trabajador podrá ser despedido por negarse a aceptar la jornada extendida".
Sin embargo, sindicatos y partidos de la oposición, como Syriza, el Partido Comunista Griego y PASOK han mostrado un no rotundo a la medida, afirmando que supone un retroceso de casi dos siglos en materia de legislación laboral. Dos huelgas generales convocadas en las semanas previas no han logrado detener la aprobación, lo que da fe de un malestar social profundo por salarios de miseria y explotación laboral extensiva de la fuerza de trabajo del proletariado griego.
La patronal griega, que opera sobre una tasa oficial de desempleo que Eurostat sitúa en el 9,9% y una productividad considerablemente baja pese a las largas jornadas, busca equiparar su competitividad respecto a sus socios europeos con la llamada "flexibilización" del mercado laboral, enfrentando críticas por ampliar las horas de trabajo. Fuentes sindicales advierten que la reforma abre un precedente preocupante para la clase trabajadora europea en su conjunto, que enfrenta el deterioro de condiciones laborales en nombre de la "competitividad económica", planes de "ajuste" y metas de gasto militar disparadas en el marco del rearme europeo.