Montaje policial destapado: imputan a dos exmandos que arruinaron un negocio familiar
Dos exmandos "antiterroristas" manipularon pruebas en la 'Operación Portu', presentada como "el mayor golpe al tráfico de armas"·
Dos antiguos mandos de la estructura "antiterrorista" de la Policía Nacional española en Euskal Herria han sido imputados por un juzgado de Getxo (Bizkaia) tras descubrirse que el supuesto "mayor golpe al tráfico de armas" del Estado español fue en realidad un montaje policial en el que se acusó falsamente a un negocio familiar de coleccionismo militar. La investigación fraudulenta sobre una red internacional de tráfico de armas inexistente derivó en prisión preventiva de tres meses para Jesús y Amaia Prieto, dos inocentes encarcelados por delitos que nunca cometieron. Los afectados relatan a elDiario.es el daño irreparable que les ha causado el montaje policial, tanto a nivel personal como profesional. El caso fue archivado en 2022, pero la justicia mantiene ahora la investigación contra los responsables policiales por falsificación, denuncia falsa y vejaciones.
El 17 de enero de 2017, la policía irrumpió en Cantábrico Militaria, una tienda-taller que suministraba armas históricas para la industria cinematográfica y coleccionistas, inmovilizando 9.000 armas inutilizadas, y lo quiso vender como la Operación Portu. Basándose en informes técnicos inaccesibles y valiéndose del contexto de la "alerta antiterrorista", un juez ordenó el ingreso en prisión para los Prieto por supuestos delitos inexistentes. Ahora, la familia afectada ha presentado una querella contra los agentes que firmaron los atestados falsos, proceso admitido en 2025 y aún en curso.
La posterior investigación judicial, mediante peritajes independientes, demostró finalmente que las armas carecían de toda capacidad funcional para disparar, desmantelando la acusación punto por punto. Los policías involucrados, lejos de enfrentar consecuencias inmediatas, fueron condecorados y ascendidos dentro de la Policía Nacional española, como viene siendo habitual. Uno de ellos incluso ha llegado a dirigir áreas como el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado.
Mientras los responsables policiales se colgaban las medallas, se destaba una vasta campaña mediática, donde varios medios de comunicación contribuyeron con exposiciones públicas sensacionalistas, comunicados oficiales y fotos propagandísticas celebrando la Operación Portu como un “golpe al tráfico de armas”. Sin embargo, la investigación ha dejado en evidencia que todo el proceso, de inicio a fin, fue un error judicial derivado de informes policiales tergiversados para justificar detenciones arbitrarias. Los hechos vuelven a poner en evidencia las consecuencias de no comprobar las versiones de los informes policiales.