Iván Racaj, inspector de la Policía Nacional española condenado a un año de prisión en 2022 por agredir al fotoperiodista Jordi Borràs al grito de “¡Viva Franco!”, realizó el pasado 31 de octubre una declaración pública amenazante, en la que afirmó:

La amenaza, publicada en su perfil de X (anteriormente Twitter), llega meses después de su incorporacion a la dirección de Vox en Ceuta. Anteriormente, el inspector había sido suspendido de sus funciones tras la condena y actualmente se encuentra en excedencia, hasta que fue seleccionado para desempeñar un cargo de vocal en el Comité Ejecutivo de Vox Ceuta, presidido por Juan Sergio Redondo.

Esta reincorporación a un puesto de responsabilidad política generó reacciones de rechazo que denunciaban que Vox “premia las agresiones fascistas”. A ello se suma su última declaración en redes sociales, donde Racaj reitera abiertamente amenazando al antifascismo.

Además, el ex policía ha participado en actos públicos de Vox en los que aborda cuestiones como “el lobby promarroquí y su control político en España”, lo que refuerza su perfil como figura pública del partido en la ciudad autónoma.

A la izquierda, Iván Racaj, ex inspector de policía condenado por agresión, impartiendo una charla en calidad de vocal de Vox en Ceuta. Foto: Elfarodeceuta.es

Diversos sectores de la izquierda y del antifascismo militante han señalado tanto su reincorporación política como sus declaraciones, advirtiendo del peligro que supone la normalización de figuras políticas que fomentan la persecución ideológica. Asimismo, subrayan que Vox "selecciona conscientemente" este tipo de perfiles para "reforzar sus discursos de odio y dar voz a elementos abiertamente fascistas".

Recientemente, Vox Aragón tuvo que cesar a Marcos Francoy, un asesor y cargo orgánico del partido, tras conocerse que realizaba declaraciones abiertamente nazis en la red social X. Después de que DIARIO SOCIALISTA difundiera las publicaciones de Francoy, el PP exigió a Vox su destitución inmediata, puesto que la formación de extrema derecha se había negado previamente. Los de Santiago Abascal terminaron cediendo, pero respondieron bloqueando la negociación presupuestaria con el PP, lo que ha provocado una crisis de Gobierno en Aragón.