La UE pacta reducir un 90% sus emisiones para 2040 con "flexibilidad"
Los Veintisiete logran un acuerdo vinculante tras 24 horas de negociación, pero permiten compensar hasta el 5% de la reducción con créditos internacionales.
La Unión Europea ha alcanzado un acuerdo para establecer como objetivo vinculante la reducción del 90% de sus emisiones de CO2 para 2040 respecto a los niveles de 1990, tras casi 24 horas de negociaciones entre los ministros de Medio Ambiente de los Veintisiete. El comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, declaró que este pacto proporciona "completa unidad dentro de la Unión Europea y un mandato excepcionalmente fuerte" de cara a la COP30 que comienza esta semana en Belém (Brasil).
El acuerdo mantiene la cifra del 90% que defendían algunos miembros, pero incorpora significativas "flexibilidades" para los países más reticentes. Según los términos pactados, los estados podrán compensar hasta el 5% de sus obligaciones de reducción mediante "créditos internacionales de alta calidad", con la posibilidad de añadir otro 5% adicional correspondiente a "reducción nacional de las emisiones netas", como reclamaban desde Roma.
Varias organizaciones ecologistas han calificado el acuerdo de "decepcionante". Greenpeace criticó que aceptar "lavar carbono" en terceros países "es como prometer correr una maratón entrenando solo 10 kilómetros, tomando el autobús para recorrer el último kilómetro". La Red de Acción Climática, más comedida, consideró que la flexibilidad "debilita el núcleo de la ambición climática europea".
El acuerdo, que aún debe negociarse con el Parlamento Europeo, fue respaldado por 21 países que abarcan el 81,9% de la población europea, mientras que Polonia y la República Checa votaron en contra. La ministra española de Transición Ecológica, Sara Aagesen, reconoció que "no se logró todo lo que se buscaba", pero calificó el resultado como "muy positivo" y "aunque no es perfecto, es muy bueno".
"Los escépticos tienen la sartén por el mango"
Según apunta Politico, el pacto sería otro signo más de un giro en la política climática europea, donde "un grupo de países mucho más escéptico tiene ahora la sartén por el mango". El acuerdo final, además de establecer un 85% de reducción doméstica "real", ha tenido que retrasar un año el sistema de precios al carbono para calefacción y combustibles (ETS2) y extender el uso de biocombustibles, lo que podría aplazar la prohibición de motores de combustión prevista para 2035. Hoekstra reconoce ante Politico las "realidades políticas y económicas" que obligan a "adaptar el enfoque", señalando que "sería una tontería usar la receta del pasado".