Polonia impulsa la ilegalización del Partido Comunista ante el Constitucional
El presidente Karol Nawrocki alega que el KPP, sin representación institucional, promueve “métodos totalitarios”.
El presidente de Polonia, Karol Nawrocki, ha presentado una moción ante el Tribunal Constitucional para que el Komunistyczna Partia Polski (KPP) sea eliminado del registro de formaciones políticas. Según el escrito, Varsovia considera que los objetivos y actividades del KPP “replican prácticas totalitarias del comunismo” y que su programa asumiría el “uso de la violencia para tomar el poder político”.
La petición se basa en la Ley de Partidos Políticos, que permite disolver cualquier formación que sea declarada “incompatible con la Constitución”. Por ahora, ni el Tribunal ni el KPP han emitido una declaración pública al respecto.
El intento de ilegalizar organizaciones de nomenclatura comunista no es nuevo en Polonia. En 2020, la Fiscalía y el entonces ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, ya promovieron una iniciativa similar, alegando que la organización “incitaba al totalitarismo”. Sin embargo, aquel proceso quedó estancado. Ziobro, actualmente residente en Hungría, está imputado en Polonia por 26 cargos, uno de ellos por liderar una trama criminal y desviar fondos públicos para financiar el uso del software de espionaje israelí Pegasus contra opositores, periodistas y empresarios.
El KPP sostuvo entonces que los intentos de prohibición de su organización se basan en interpretaciones históricas sesgadas que buscan responsabilizar al partido de "los errores del antiguo sistema socialista", el cual —según afirmó— no era comunismo, sino un proyecto de transición con avances sociales.
Ahora, la decisión sobre la ilegalización del KPP recae sobre el Constitucional: deberá decidir si admite la moción y abre un nuevo proceso de ilegalización contra una formación sin cargos electos, representación institucional ni presencia significativa en las calles. Sin embargo, aunque el KPP no represente actualmente ninguna amenaza política real para la clase dominante polaca, la mera existencia de sus siglas parece generarle pánico, puesto que no puede admitir ni la mera existencia administrativa de una organización registrada con ese nombre.
La medida sigue los pasos de otros países de Europa, donde los partidos comunistas están prohibidos: Ucrania, Lituania, Letonia, Estonia, Eslovaquia y, recientemente, la República Checa. En algunos países, la mera propaganda comunista es motivo de sanción penal. En Alemania, algunos sectores de la judicatura ya han insinuado que las ideas de Karl Marx "contradicen el orden democrático", abriendo la puerta a la investigación y persecución de organizaciones políticas o simples grupos de estudio de orientación marxista.