El Estado español supera el 34% de niños en riesgo de pobreza, el segundo peor dato de la UE desde 2018
Bruselas advierte sobre el mercado laboral y el abandono escolar temprano, evidenciando que el supuesto "crecimiento" no se traduce en mejoras reales para la población.
El Estado español presenta la segunda tasa más alta de niños en riesgo de pobreza o exclusión social en la Unión Europea, con un 34,6% de menores de 17 años afectados, solo superada por Bulgaria, según datos publicados el pasado martes por Eurostat y la Comisión Europea. Este porcentaje ha aumentado más de cuatro puntos que el "Gobierno más progresista de la historia" llegó a la Moncloa en 2018, cuando la tasa era del 30,5%. La Unión Europea advierte que, aunque "el riesgo de pobreza general disminuyó en 2024 hasta el 25,8%", la tasa infantil subió y sigue muy por encima de la media comunitaria.
Como añadido, la Comisión destaca que el Estado español enfrenta problemas graves en el abandono escolar temprano, situándose en un 13,0% en 2024, muy por encima del promedio europeo de 9,4%, y que esta cifra es la segunda más alta de la UE tras Rumanía. También señala que, pese a aparentes "mejoras" en la tasa de empleo, esta solo alcanzó el 71,4% en 2024, lejos del 75,8% de la UE, y que la tasa de desempleo, especialmente la de larga duración, se mantiene elevada.
Además, el Estado español es uno de los dos únicos países de la UE que no ha remitido un plan presupuestario, una situación que se extiende ya tres años desde la aprobación de los últimos presupuestos. La Comisión Europea advierte que existe “riesgo de incumplimiento del crecimiento máximo recomendado del gasto en 2026”, con un desvío estimado cercano a 5.000 millones de euros, derivados principalmente de las pensiones, el pago de intereses y el gasto militar, que promete seguir subiendo.
Este cúmulo de problemas sociales y fiscales pone en jaque las condiciones de vida de la infancia y la población más vulnerable del del Estado español, evidenciando la incapacidad de las instituciones actuales para traducir la aparente "recuperación económica" que tanto destaca el Gobierno español a nivel propagandístico en mejoras tangibles para la mayoría social.