Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia de Venezuela y figura clave del chavismo, lanzó este lunes una dura crítica contra la Corte Penal Internacional (CPI) durante una rueda de prensa del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), transmitida por el canal estatal VTV y recogida por medios como La Patilla. Cabello acusó al tribunal de La Haya de mantener un silencio "grosero" ante lo que describió como "masacres" en el Caribe y el Pacífico oriental, en alusión directa a los ataques aéreos y navales ejecutados por Estados Unidos contra embarcaciones pesqueras. Según datos recopilados por fuentes independientes y el Comando Sur de EE.UU., estos operativos han causado al menos 87 muertes desde septiembre, incluyendo un reciente bombardeo el 4 de diciembre que dejó cuatro fallecidos en el Pacífico oriental. 

La denuncia de Cabello se enmarca en la escalada de tensiones regionales provocada por la Operación Southern Spear, lanzada formalmente el 13 de noviembre por el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, bajo la administración de Donald Trump. Esta iniciativa, que involucra una flota de más de una docena de buques de guerra, incluyendo el portaaviones USS Gerald R. Ford, ha hundido al menos 23 embarcaciones en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico, supuestamente ligadas a carteles como el Tren de Aragua y "rutas de drogas" desde Venezuela. Críticos, incluyendo al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, han advertido que estos bombardeos violan el derecho internacional humanitario al no aportar ni una sola prueba sobre la involucración de las víctimas con el narcotráfico y al ejecutarse fuera de un contexto de conflicto armado declarado.

 "Bajo órdenes de Washington"

El 2 de diciembre, el embajador venezolano ante la CPI, Héctor Constant Rosales, elevó la queja ante la Asamblea de Estados Partes en La Haya, alertando sobre un "despliegue militar estadounidense sin precedentes" que pone en riesgo la paz regional. Rosales exigió al tribunal que examine "la dimensión del horror, la impunidad y la complicidad" en estos actos, denunciando a su vez la inacción de la CPI frente al genocidio en Palestina y, ahora, a los bombardeos en el Caribe. La postura chavista llega en un momento de fricción con el mismo tribunal: hace una semana, el 1 de diciembre, la fiscalía de la CPI anunció el cierre de su oficina en Caracas por "falta de progreso real" en la cooperación con Venezuela. 

En represalia, el Parlamento venezolano, con mayoría del PSUV, avanza en un proyecto de ley para derogar el Estatuto de Roma y retirar al país de la CPI, un proceso que podría completarse en cuestión de semanas. Cabello extendió su crítica al vincular el silencio de la CPI con el imperialismo estadounidense, afirmando que el tribunal "solo actúa bajo órdenes de Washington para perseguir gobiernos disidentes, ignorando violaciones sistemáticas en Gaza o las acciones en el Caribe".