Las proclamas contra el negocio turístico toman las calles del Casco Viejo de Iruñea
Vidaurre Group quiere desahuciar a los vecinos de Mercaderes 18, con los que cientos de personas se han movilizado solidariamente bajo el lema “¡No al negocio turístico! Solidaridad con Mercaderes 18”.
Centenares de personas se manifestaron el sábado en las calles del Casco Antiguo de Iruñea (Nafarroa) bajo el lema “¡No al negocio turístico! Solidaridad con Mercaderes 18”, en una movilización convocada por el Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria y respaldada por una docena de colectivos sociales. La protesta denunció con contundencia la turistificación del barrio, que expulsa a la clase trabajadora de sus hogares para convertir viviendas habituales en apartamentos turísticos, priorizando los beneficios privados sobre el derecho a una vivienda digna.
Esta movilización se suma a un creciente rechazo vecinal a la turistificación en el Casco Viejo, donde la especulación inmobiliaria amenaza el tejido social del barrio. Los colectivos firmantes, entre ellos Nahiko AZ, Haritu, PAH Berriozar, Martes al Sol, Dar Etxea, PIM-MIG, Salhaketa Nafarroa, AZGM, GKS, CGT-LKN Nafarroa y CNT Iruña, representan una amplia alianza en defensa de un barrio vivo y residencial y no convertido en mero escenario turístico.
La marcha partió a las 18:00 horas de la Plaza de Recoletas y recorrió las principales vías del Casco Viejo, finalizando frente al portal número 18 de la calle Mercaderes. Allí, los manifestantes señalaron directamente el edificio propiedad de Vidaurre Group, cuya intención es transformar las 11 viviendas en un bloque íntegramente turístico. Los vecinos llevan meses resistiendo prácticas de acoso inmobiliario: obras innecesarias e interminables, averías no reparadas como la falta de agua caliente o el ascensor inutilizado, todo para forzar su salida.
Durante el recorrido, los participantes colocaron pegatinas y carteles en establecimientos turísticos, especialmente en la calle Eslava, para visibilizar cómo el modelo turístico destruye redes comunitarias, empeora las condiciones de vida y expulsa a los residentes habituales. En la intervención final, se destacó que en el Casco Viejo ya hay 225 viviendas turísticas registradas, una de cada 30 casas, sin contar las plazas en hoteles y albergues. “Lo de Mercaderes 18 no es un caso aislado, es el reflejo de un barrio orientado al negocio”, afirmaron los portavoces.
Más proyectos turísticos
Se mencionaron otros proyectos en marcha que agravan la situación: el bloque turístico ya operativo en Eslava 13, el futuro hostal en San Agustín o el macro-hostel Unzu en Mercaderes, que sería el mayor del barrio. Todo ello representa “un chollo para especuladores y miseria para la clase trabajadora”, según los convocantes, que criticaron la permisividad municipal del consistorio liderado por EH Bildu al aprobar licencias en tramitación, pese a la suspensión de nuevas autorizaciones anunciada a finales de 2024.
Los vecinos de Mercaderes 18 tomaron la palabra para agradecer el apoyo recibido del barrio y del Sindicato. “Al saber que nos querían echar, tuvimos claro que había que organizarse y luchar”, declararon, enfatizando que su resistencia es parte de una batalla más amplia: “Esta lucha nos concierne a todas las personas que sufrimos el negocio de la vivienda y creemos que debe ser un derecho garantizado para todo el mundo”. Animaron a quienes enfrentan situaciones similares a romper el silencio y unirse a la organización colectiva.
El Sindicato Socialista de Vivienda insistió en que “la clase trabajadora debe controlar las viviendas, sin que nadie obtenga beneficios de necesidades básicas”. Reivindicaron una vivienda “de calidad, gratuita y universal”, y anunciaron que continuarán la presión contra Mercaderes 18 y proyectos similares.
Fotos: @Kontseilua_Iru (X)
