El “regalo” envenenado de Mercadona con las vacaciones y la nómina extra
Los 7 días más de vacaciones y la supuesta “nómina extra” quedan lejos de lo que exigiría el Estatuto si la jornada baja a 37,5 horas y ni siquiera están garantizados para toda la plantilla.
En los últimos días, varios medios han presentado como un gesto casi heroico de Juan Roig la decisión de Mercadona de aumentar las vacaciones de su plantilla y conceder una “nómina extra” en 2026, con titulares tan entusiastas como “Juan Roig regala dinero extra y días de vacaciones” o “De 30 a 37 días de vacaciones para liderar la conciliación laboral y familiar”. Lejos de hacer análisis jurídico mínimo, muchas redacciones se han limitado a copiar la nota de prensa corporativa, ofreciendo una imagen de "gran patrono generoso" justo a las puertas de la campaña de compras navideñas.
Según la propia Mercadona, el Comité de Dirección ha acordado ampliar el período de vacaciones de 30 a 37 días naturales para 110.000 trabajadores a partir de 2026 y repartir en marzo una gratificación extraordinaria equivalente a una mensualidad, con un coste global de 380 millones entre días libres y paga. La compañía vende la medida como una “gran mejora” que busca que su personal esté “comprometido y satisfecho al 100%” y se vende como "modelo de conciliación laboral y familiar en el sector de la distribución".
Sin embargo, un análisis jurídico publicado por la web Laboro rebaja drásticamente el entusiasmo mediático. Recuerda que en Mercadona se aplican hasta ahora los mínimos del Estatuto de los Trabajadores: 30 días naturales de vacaciones y 40 horas semanales de jornada, es decir, ni un solo día ni una sola hora de mejora sobre el suelo legal. El incremento de días libres no nace de una repentina vocación social, sino de la necesidad de anticiparse a la rebaja de la jornada máxima a 37,5 horas que el Gobierno pretende aprobar.
Laboro calcula, a partir de la doctrina judicial, que una jornada de 40 horas con 30 días naturales de vacaciones equivale a unas 1.826,45 horas anuales, mientras que pasar a 37,5 horas exigiría bajar a unas 1.712,3 horas. Es decir, habría que trabajar unas 114 horas menos al año, lo que en Mercadona, con una semana laboral de 5 días, se traduce en más de 14 días laborables que la plantilla debería dejar de trabajar cuando se aplique la nueva jornada. Frente a ese ajuste, los 7 días naturales que ofrece la empresa equivalen apenas a 5 laborables, muy por debajo de los 50 días naturales que, según ese cálculo, serían necesarios para compensar de verdad la bajada legal de jornada.
El supuesto “regalo” tampoco lo es en el terreno salarial. La “nómina extra” de marzo se presenta como una mensualidad adicional de 280 millones de euros, pero Laboro recuerda que se trata de una gratificación extraordinaria vinculada a la prima variable anual, que Mercadona ya reparte de forma discrecional en función de criterios internos. No es una paga extra consolidada en convenio ni un derecho automático para toda la plantilla, sino una condición que la empresa puede retirar, limitar o concentrar en determinados perfiles sin incurrir en ilegalidad.
Además Mercadona podrá dejar de abonar esa “nómina” cuando le convenga, individual o colectivamente, y que, en caso de conflicto, la empresa tiene experiencia en gestionar el desgaste judicial y en contar con la complicidad de grandes sindicatos, beneficiarios de liberados y otras contrapartidas.