El Gobierno irlandés ha anunciado que aprovechará su próxima presidencia del Consejo de la Unión Europea, en la segunda mitad de 2026, para proponer una regulación comunitaria que obligue a verificar la identidad real de los usuarios en todas las redes sociales. La medida, que requeriría modificar el Digital Services Act (DSA) de 2022, busca acabar con el anonimato online como herramienta para combatir el odio, la desinformación y el abuso digital.

Según fuentes oficiales citadas por medios irlandeses como RTE, el viceprimer ministro irlandés, Simon Harris afirmó que la iniciativa será uno de los "ejes centrales" de la agenda irlandesa. El plan incluye no solo verificación de identidad para todas las cuentas, también se dará un endurecimiento de límites de edad, inspirado en el modelo australiano. Actualmente, Irlanda fija en 16 años la edad mínima para redes sociales, pero la aplicación es prácticamente nula.

El Ejecutivo irlandés argumenta que el anonimato facilita campañas coordinadas de desinformación y ataques que amenazan procesos democráticos. La propuesta responde a preocupaciones crecientes sobre el impacto de plataformas no reguladas en la cohesión social y la seguridad pública.