La clase trabajadora afectada por la catástrofe, así como todos aquellos que, a raíz de este desastre, están viendo las costuras del sistema capitalista, merecen un espacio en el que expresar su descontento sin estar con ello sirviendo a los intereses de una izquierda institucional que sólo se preocupa por el desastre en la medida en que afecta a sus cuotas de poder.
Mireia Bedmar
Crónica de una catástrofe política
Urge paliar el desastre, pero es necesario construir las condiciones para que esto no sea sino un recuerdo terrible de un mundo irracional y decadente que la humanidad dejó atrás. Hoy tenemos la responsabilidad de construir una alternativa real al juego de máscaras de la política parlamentaria. Para que algo así no pueda volver a pasar. Convirtamos la rabia en organización revolucionaria de la clase trabajadora.