La operación, autorizada por Trump, buscaba interceptar comunicaciones de Kim Jong-un y terminó con civiles norcoreanos asesinados y sin lograr su objetivo.
La nueva iniciativa militar busca "reforzar el flanco oriental con defensas aéreas, terrestres y medidas específicas contra drones", tras el incidente que más ha alarmado a la Alianza desde 2022.
La entrada de drones baratos en cielo europeo y el alto costo de los sistemas para interceptarlos ponen en jaque la estrategia defensiva de los aliados.
Varsovia pide reforzar su defensa aérea tras la supuesta entrada de drones rusos; Rusia afirma que los drones “venían de Ucrania” y Bielorrusia reporta haber derribado drones desviados y actuado como intermediario.
Varsovia acusa a Rusia de "atacar su territorio", eleva la alerta nacional y pide apoyo de la OTAN; Moscú no reconoce la acción y no responde por el momento.
Pete Hegseth afirma que las maniobras en el Caribe no son entrenamiento, sino "operaciones en defensa de intereses nacionales vitales", en medio del despliegue militar que amenaza a Venezuela bajo el pretexto del "narcotráfico".
Washington advierte que derribará cazas venezolanos "si representan amenaza"; Maduro alerta de la posibilidad de la lucha armada y activa las Unidades Comunales Milicianas.
A través de una orden ejecutiva, Trump autoriza el uso oficial del nombre "Departamento de Guerra" para reflejar un enfoque más ofensivo y militarista.
