Los seis principales bancos del Estado obtienen beneficios históricos bajo el “Gobierno más progresista de la historia”, mientras se agrava la crisis de vivienda y la deuda familiar.
El banco fracasa en uno de los mayores asaltos empresariales del sector financiero del Estado español, tras 17 meses de batalla financiera, oposición política y rechazo accionarial.
El banco multiplica sus ganancias pese a la bajada de tipos del BCE, poniendo en evidencia el peso de la financiarización y la acumulación en el sector financiero.
Un informe, que analiza más de 1,3 millones de préstamos entre 1989 y 2020, revela que cuanto mayor es el número de muertos, más aumentan los créditos a sectores militares y de doble uso, sin diferenciar entre bancos públicos o privados.
La entidad bancaria mantiene su oferta aunque deba respetar la autonomía de Sabadell durante al menos tres años, mientras crecen las dudas sobre los efectos en la plantilla.
