Los seis principales bancos del Estado español —Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja— obtuvieron entre enero y septiembre de este año un beneficio conjunto de 25.453 millones de euros, hasta un 7,6 % más que en el mismo periodo del año anterior, según datos recopilados por EFE. Se trata de la cifra más alta registrada por la gran banca en la historia del Estado español, en medio de la subida de las hipotecas, el encarecimiento del crédito y el incremento de la deuda y los impagos en los hogares.

El Banco Santander, presidido por Ana Botín, lidera los beneficios con 10.337 millones de euros, un 11 % más que en 2024. Le sigue el BBVA, que ha obtenido 7.978 millones, un 4,7 % más, pese el fracaso de su opa sobre el Sabadell. Por su parte, CaixaBank ganó 4.397 millones, un 3,5 % más, mientras que el Sabadell anticipa un cierre trimestral con 1.426 millones, según las estimaciones de analistas. Bankinter y Unicaja completan la lista con beneficios inéditos de 812 y 503 millones respectivamente, ambos con incrementos superiores al 10 %.

Estos resultados récord contrastan con el aumento del coste de la vida y las dificultades de acceso a la vivienda en las filas de la clase obrera, mientras las entidades se benefician de los tipos de interés elevados y del margen entre lo que cobran por los préstamos y lo que pagan por los depósitos. Ninguno de los grandes bancos ha trasladado íntegramente la subida de tipos del Banco Central Europeo a los ahorradores, pese a las advertencias del Gobierno y del Banco de España sobre "la falta de competencia" en el sector financiero.

Mientras el PSOE propone incentivos fiscales a fondos que cedan viviendas al "alquiler social" y los movimientos de vivienda denuncian una “emergencia habitacional crónica”, la gran banca continúa presentando beneficios históricos y repartiendo dividendos millonarios a sus acaudalados accionistas. Según EFE, solo entre julio y septiembre, las seis entidades ganaron más de 8.400 millones, consolidando una tendencia de concentración y rentabilidad inédita desde la crisis financiera de 2008.