Médicos Sin Fronteras advierte que los fondos de EE.UU., Reino Unido y la UE han caído drásticamente, agravando una crisis en el norte de Nigeria, castigado por violencia, desplazamientos y deterioro sanitario.
Casi 2.000 familias desplazadas y al menos 370 muertos por los choques sectarios y los ataques israelíes en Al Sueida, que han continuado pese a la tregua local.
El 73 % son acogidos por los países más pobres, mientras que las solicitudes de asilo legal no llegan ni al 6,9 % de los desplazados totales debido a las enormes trabas burocráticas.
Las Fuerzas Armadas sudanesas aseguran haber expulsado a los paramilitares de las FAR del último bastión en Omdurmán tras casi dos años de enfrentamientos.
El recorte de fondos a la cooperación internacional afecta al 90% de las organizaciones que apoyan a mujeres en crisis humanitarias, con programas suspendidos y personal reducido.
Sudán, Siria, Colombia y Afganistán concentran el mayor número de personas obligadas a abandonar sus hogares sin cruzar fronteras, en un año marcado por la intensificación de guerras y fenómenos meteorológicos extremos.
El organismo estima un recorte del 21% en su presupuesto bianual tras la retirada de financiación por parte de Estados Unidos y la caída generalizada de contribuciones.
