Muertes laborales

Un miembro de la Mancomunidad de Los Galayos perdió el control de su vehículo y falleció al caer a un arroyo camino a la base de El Hornillo, donde se trabaja en la extinción del incendio en Mombeltrán.

El colapso se ha producido en la Casa Ibarra, un edificio protegido propiedad del Ayuntamiento. Las víctimas trabajaban para la empresa contratada por el Consistorio.

Clara Aguilar, hermana de la trabajadora de limpieza fallecida en Barcelona, critica la falta de apoyo del Ayuntamiento y anuncia acciones legales si se confirma que el golpe de calor fue la causa del desmayo mortal.

Un operario subcontratado de la empresa Harsco pierde la vida aplastado por una máquina en las instalaciones de Veriña.

Montserrat A. avisó a su encargado de que se encontraba mal durante su jornada en plena ola de calor, pero fue obligada a seguir trabajando y falleció horas después, mientras el Ayuntamiento y la empresa eluden responsabilidades sobre la protección efectiva de la plantilla.

La precariedad laboral y las altas temperaturas agravan las condiciones de trabajo en el campo, especialmente entre los trabajadores indocumentados.

Se han registrado al menos 29 muertes laborales en Euskal Herria en medio año.

El calor extremo incrementa el riesgo de lesiones y muertes en el trabajo, con más de 18.000 fallecimientos anuales y el Estado español en el pódium europeo de afectados por el impacto persistente de las altas temperaturas.

El hombre, de 58 años y con patologías previas, es la primera víctima mortal por calor extremo en Andalucía en 2025.