En octubre de 2024, el mercado laboral del Estado español mostró un aumento en la proporción de contratos indefinidos con condiciones laborales inestables, con más del 60% de ellos correspondientes a jornadas parciales o fijos discontinuos, según los datos del Ministerio de Trabajo. Estos contratos, aunque indefinidos en su forma, presentan características de inestabilidad laboral, como períodos de interrupción en el empleo, lo que plantea serias interrogantes sobre la calidad del empleo generado.
Durante el mes, se registraron 2.243.330 bajas de afiliación al Régimen General de la Seguridad Social frente a 2.206.807 altas, lo que equivale a 984 altas por cada 1.000 bajas. El panorama de octubre refleja un incremento en la creación de empleos indefinidos de carácter parcial o discontinuo, lo que para muchos analistas constituye una “situación de indefinido precario”. Esto, en conjunto con la disminución en las afiliaciones netas, señala “una recuperación laboral con limitaciones en la estabilidad del empleo, según fuentes del sector de trabajo y seguridad social”.