En la región autónoma de Abjasia, manifestantes han tomado este viernes el parlamento y varios edificios gubernamentales de la capital, Sujumi. Desde allí, los opositores han exigido la dimisión del presidente Aslan Bzhania. Según reporta Al Jazeera, los manifestantes lograron forzar la entrada al recinto utilizando un camión para abrirse paso por las barreras de seguridad.
Las protestas buscan la retirada de un controvertido acuerdo que permitiría a inversores rusos la compra de terrenos abjasios, otorgándoles beneficios fiscales y potencial acceso privilegiado a sectores estratégicos. El polémico acuerdo que estaba previsto para su discusión en el parlamento, ha suscitado temores entre la oposición y empresarios locales, quienes advierten que “la medida podría desventajar a las empresas abjasias frente al capital ruso”. La sesión parlamentaria fue pospuesta tras la movilización de los manifestantes, quienes se congregaron en los alrededores del complejo que alberga la cámara legislativa y la administración presidencial. Videos difundidos en redes sociales muestran a los manifestantes ingresando al edificio tras forzar ventanas y puertas, mientras coreaban consignas en los pasillos y se enfrentaban con las fuerzas policiales.
Horas después de que los manifestantes hayan tomado los edificios, el presidente Bzhania anunció la retirada del acuerdo con los empresarios rusos, aunque no ha mostrado disposición a renunciar al cargo. A pesar de la tensión creciente, los manifestantes han aclarado con megáfonos que su protesta “no se dirige contra Rusia, sino contra el gobierno local y su gestión”. Los servicios de emergencia reportaron al menos ocho personas hospitalizadas tras los enfrentamientos, mientras la situación permanece tensa y los manifestantes continúan ocupando los edificios en demanda de cambios gubernamentales inmediatos.
¿Qué es Abjasia?
Abjasia se sitúa en el Cáucaso, en la costa oriental del Mar Negro. En 1992 se autoproclamó independiente de Georgia tras la desintegración de la Unión Soviética, y desde entonces es independiente de facto, aunque la mayoría de estados del mundo siguen reconociéndolo como parte de Georgia. Rusia reconoce su independencia desde 2008 y le ofrece ciertas garantías a cambio de mantenerse en su esfera de influencia económica y política. Este apoyo ha suscitado tensiones con Georgia y ha provocado disputas territoriales que afectan tanto la estabilidad interna como las relaciones diplomáticas en la región. La situación socioeconómica de Abjasia depende en gran medida de inversiones rusas, pero las políticas que otorgan privilegios a inversores extranjeros generan descontento entre la población local, especialmente entre pequeños y medianos propietarios.
