La red social X, antes conocida como Twitter, atraviesa una nueva ola de “deserciones” por parte de sus usuarios; fenómeno que se inició desde que Elon Musk adquirió la plataforma en 2022, pero que se ha intensificado con la victoria electoral de Donald Trump en EEUU y la inclusión del propio Musk en su gabinete.
Miles de usuarios han percibido una caída en la calidad de la red social, alimentada por la proliferación de bots y el auge de discursos de odio. Los cambios en las políticas de bloqueo y la falta de medidas contra el acoso también han generado críticas entre los usuarios, especialmente en Europa, donde los usuarios se sienten marginados por un enfoque más orientado hacia el mercado estadounidense. Además, el uso de X como herramienta de propaganda política de la extrema derecha, especialmente en el contexto de la campaña electoral de Estados Unidos, ha aumentado el descontento entre los periodistas, influencers y medios de comunicación liberales o de izquierdas que han comenzado a abandonar la plataforma.
Este éxodo masivo ha abierto un debate sobre el futuro de las redes sociales de la modalidad microblogging. Mientras algunos analistas sostienen que este tipo de migraciones pueden ser estacionales y que la situación en X eventualmente se estabilizará, otros se preguntan si este es el principio del fin para la plataforma de Musk.
Los usuarios parecen ser más conscientes que nunca de la necesidad de una mayor transparencia y de la necesidad de otro modelo de interacciones digitales. El creciente malestar con las políticas de X ha reavivado preguntas fundamentales sobre el propósito de las redes sociales y la manera en que deben ser gestionadas en un contexto global.
Ante esto, varias alternativas a X podrían ganar terreno. Plataformas como Mastodon y Bluesky han experimentado un notable crecimiento, aunque cada una tiene características que responden a diferentes filosofías. A continuación, se detallan los principales elementos que caracterizan a cada una de ellas y la situación particular de las tres “candidatas” que se postulan como potenciales sucesoras de Twitter/X.
Mastodon
Basado en servidores descentralizados y código abierto, ha sido una opción para aquellos que buscan escapar del control centralizado y arbitrario de X, pero su complejidad ha limitado que un público amplio lo adopte como red social de microblogging preferente. Permite a los usuarios interactuar en servidores independientes llamados instancias, cada una con sus propias reglas. A diferencia de plataformas centralizadas como X (anteriormente Twitter), Mastodon no incluye anuncios y ofrece mayor control sobre la privacidad y el contenido. Tras la compra de Twitter por Elon Musk, Mastodon experimentó un aumento en su número de usuarios, especialmente entre aquellos que buscan una alternativa de software libre y sin bots. Sin embargo, los expertos aseguran que su crecimiento se ha estancado por desafíos como la complejidad de su interfaz, la fragmentación de la red y la falta de un modelo económico sólido. A pesar de estos obstáculos, sigue siendo una opción popular dentro de las redes sociales descentralizadas, pero su futuro depende de cómo pueda resolver estos problemas y mantenerse financieramente sostenible.
Bluesky
Bluesky es una red social descentralizada creada por Jack Dorsey, cofundador de Twitter, con el objetivo de ofrecer “una alternativa a plataformas centralizadas como X (antes Twitter)”. Basada en el protocolo AT Protocol, Bluesky permite a los usuarios crear y gestionar sus propias instancias, promoviendo un control mayor que X sobre la privacidad y el contenido, pero menor que Mastodon. A diferencia de X, Bluesky ha optado por un crecimiento más controlado desde su lanzamiento y ha experimentado un notable aumento de usuarios, especialmente entre aquellos que buscan un espacio libre de las políticas de uso y los problemas asociados a otras redes sociales tradicionales. Sin embargo, como Mastodon, Bluesky enfrenta desafíos relacionados con la sostenibilidad financiera y la adopción masiva, además de ser vista por algunos críticos como una plataforma con raíces en el mismo modelo de la lógica de mercado, dado su origen empresarial en general y del mundo de las criptomonedas en particular. A pesar de estas dificultades, su enfoque descentralizado y sus herramientas innovadoras lo posicionan como una alternativa seria a las redes sociales dominantes.
Threads
Threads es una red social lanzada por Meta (empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp) en julio de 2023, con el claro propósito de competir con Twitter. La plataforma permite a los usuarios publicar textos breves, imágenes y videos, y está estrechamente integrada con Instagram, permitiendo la transferencia de seguidores de una red a otra. Threads se presenta como una plataforma con un enfoque similar a Twitter en cuanto a la dinámica de publicaciones rápidas y conversación en tiempo real, pero se diferencia por su respaldo en el ecosistema de Meta, lo que genera dudas sobre su capacidad para ofrecer una experiencia libre de las mismas problemáticas relacionadas con la privacidad y el control de datos que sus otras aplicaciones. Desde su lanzamiento, ha experimentado un crecimiento rápido, pero también ha enfrentado desafíos para mantener la actividad de los usuarios a largo plazo, con una caída significativa en el número de usuarios activos diarios. A pesar de ello, Threads sigue siendo una opción popular para aquellos que buscan una plataforma similar a Twitter, pero con la ventaja de la integración con los servicios de Meta.
Debate y futuro abierto
En medio de estas incertidumbres, el debate sobre el porvenir de las redes sociales sigue abierto. Los usuarios de X, que alguna vez fueron su motor principal, ahora buscan alternativas que ofrezcan un entorno más seguro, transparente y alineado con sus expectativas. Sin embargo, aún no está claro qué modelo y qué red social predominará en los próximos años, ya que las plataformas emergentes como Mastodon, Bluesky y Threads aún están en una fase de adaptación y prueba. Mientras tanto, el fenómeno de la migración de usuarios continúa sin una clara tendencia consolidada, y con ello, la pregunta sobre la viabilidad, el rol y la sucesión de las redes sociales en la era digital sigue en el aire.