El presidente interino de Estados Unidos, Joe Biden, ha autorizado este miércoles el envío de minas antipersona a Ucrania, según han informado The Washington Post y CNN. 160 países, incluidos los miembros de la UE y la propia Ucrania, son firmantes del Tratado de Ottawa, que prohíbe expresamente este tipo de armamento. Las minas que se enviarán son, en principio, del tipo “no persistente”, es decir, que se desactivan si no explotan, pero aún suponen un riesgo para la población civil. Esta medida llega tras una larga solicitud de Ucrania, que se compromete a “no usarlas en áreas densamente pobladas”.
Aunque el envío de minas ha sido criticado por grupos de control de armas, el gobierno de Biden justifica su decisión como “una forma de reforzar la defensa ucraniana ante la agresión rusa”, particularmente en las líneas del este del país, donde las tropas rusas han incrementado su ofensiva. Biden también busca dar a Ucrania “más poder en futuras negociaciones de paz”, en un contexto de creciente presión política y militar.
Esta autorización marca un cambio significativo en la política exterior de Estados Unidos. El país no había utilizado este material desde 1991. Aunque Biden había criticado en el pasado la decisión de Donald Trump de levantar la prohibición sobre el uso de minas, ha sido el propio demócrata el que ha permitido el uso de este armamento en Ucrania, argumentando que la medida “es necesaria para contrarrestar los avances rusos”. La comunidad internacional, incluidos defensores de los derechos humanos, ha expresado su rechazo, calificando el gesto de Biden como “chocante y devastador”.