Un caso de abuso a menores y violencia machista ha sacudido Grecia; una vez más, en una familia de policías. Según recoge el diario ABC, un policía nacional que trabajaba en la seguridad del Parlamento griego ha sido detenido al presentar su mujer, también agente de policía, una denuncia contra él por abuso sexual a sus cuatro hijos. Las primeras investigaciones apuntan a que el agente de 45 años habría sometido a sus tres hijas, a su hijo y a su mujer a torturas y abusos sexuales desde hace ocho años.
En un principio, la agente de policía denunció a su marido por violencia de género, por lo que el hombre recibió una pena de un año de prisión. Poco después, el acusado fue internado en un hospital psiquiátrico y la mujer interpuso una segunda denuncia por violaciones contra menores.
En esta última denuncia, la agente confesó que el acusado, mediante violencia física, “la obligó a abusar sexualmente de sus hijos”, y que obligo también al hijo varón a abusar de ella y de sus hermanas. La agente declaró que “recibía constantemente amenazas contra su vida”, tanto para ella como para sus hijos. Posteriormente, en una entrevista de televisión, ha confesado que su marido “siempre fue violento”, tanto con ella como con los niños.
Denuncia previa
La mujer había denunciado previamente al marido, en febrero de este mismo año, por violencia verbal y física. Supuestamente, el cuerpo policial había iniciado entonces “una investigación de oficio” que había quedado en suspenso al retirar la mujer la denuncia bajo presiones del marido. Ahora, una vez el caso ha sido destapado, es cuando las autoridades griegas solicitan “una investigación exhaustiva”. No obstante, ya existían más indicios de violencia en la familia de los policías: el hijo varón se precipitó desde un cuarto piso hace tres años, cuando tenía tan solo diez años. Visto lo visto, los compañeros del acusado “no descartan que se tratase de un intento de suicidio”.
Una vez la agente ha interpuesto una denuncia firme, la fiscalía griega ha ordenado la retirada de custodia de los cuatro menores, que han sido trasladados a un centro médico, forense y psicológico. Permanecerán allí hasta que un juez dictamine si vuelven con la agente, que está embarazada de su quinto hijo.
El cuerpo al que pertenecía el detenido ha afirmado que el acusado llevaba desde 2019 destinado en el Parlamento griego, y se le había retirado la licencia de armas “por problemas psicológicos”. El agente, que por ahora permanece ingresado en un hospital psiquiátrico, se enfrenta a varios cargos: abuso sexual continuado a menores de edad, producción y posesión de pornografía infantil y lesiones físicas graves a los menores, entre otros.