El Gobierno español aprueba un informe con 107 recomendaciones sobre los menores en el entorno digital

Entre las propuestas destacan el “botón del pánico”, límites a la digitalización en las aulas y la definición de las adicciones tecnológicas como un “problema de salud pública”.

El Consejo de Ministros del Gobierno español ha aprobado un informe con 107 recomendaciones elaboradas por un grupo de 50 expertos designados por el Ministerio de Juventud para abordar el impacto de las nuevas tecnologías en los menores. Entre las sugerencias más destacadas figuran la creación de un “botón del pánico” en redes sociales, la restricción del uso de dispositivos digitales en niños pequeños y la definición de los trastornos y adicciones derivados del uso de la tecnología como un “problema de salud pública”.

El informe, respaldado por la ministra de Juventud, Sira Rego, y la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, apunta a una revisión de las políticas previas sobre digitalización. Esta iniciativa llega tras un período en el que el Gobierno español promovió la digitalización de las aulas, pero, con el paso del tiempo, ha comenzado a ver las consecuencias que tienen estas tecnologías en los menores.

El informe hace hincapié en la necesidad de limitar el uso de dispositivos tecnológicos, especialmente en las primeras etapas de la vida. Entre las recomendaciones más polémicas destaca la sugerencia de prohibir el uso de pantallas hasta los seis años, el fomento de teléfonos analógicos sin acceso a internet para adolescentes de entre 12 y 16 años, y la reducción de la presencia de dispositivos digitales en las aulas. Los expertos también sugieren fomentar la enseñanza “analógica”, es decir, priorizando el uso de materiales tradicionales como los libros de texto y el aprendizaje sin pantallas, especialmente en la educación primaria y en la etapa de Infantil.

En cuanto a la salud mental, el informe propone que se trate la adicción a las redes sociales como un “problema de salud pública”, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no reconoce formalmente este trastorno. La propuesta incluye también la instauración de controles parentales por defecto en todos los dispositivos electrónicos y la creación de un sistema que permita a los menores pedir ayuda psicológica o alertar a las autoridades en caso de necesidad a través de un “botón del pánico” en redes sociales.

Los expertos también abogan por una “mayor responsabilidad de las grandes plataformas tecnológicas”. Ana Caballero, presidenta del comité de expertos, denunció la falta de colaboración de la industria para cambiar su modelo de negocio. La propuesta incluye medidas como la prohibición de prácticas engañosas, conocidas como “patrones oscuros”, que afectan a los menores y la creación de un sistema de verificación de edad para impedir el acceso de niños a contenidos como la pornografía.

El informe, aunque aprobado, llega con un retraso significativo respecto a la Ley Orgánica de Protección de los Menores en los Entornos Digitales, aprobada en junio, que no ha tenido en cuenta algunas de las últimas recomendaciones propuestas. Sin embargo, el Gobierno español ha dejado abierta la posibilidad de incorporar ciertas sugerencias en futuras normativas relacionadas con la protección infantil y el uso de las tecnologías.