El Gobierno sirio pierde el control de la ciudad simbólica de Daraa

La cuna del levantamiento contra Bashar al Assad cae en manos de grupos armados, mientras HTS y SNA avanzan hacia Damasco.

El líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) Abu Mohammed al-Joulani en una entrevista en la CNN.
Foto: CNN

La ciudad de Daraa, al sur de Siria y próxima a la frontera con Jordania, ha caído en manos de grupos armados, según ha informado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Esta pérdida representa un golpe simbólico para el gobierno del presidente Bashar al Assad, ya que Daraa fue la cuna del levantamiento de 2011 durante la Primavera Árabe. Según el OSDH, los grupos locales habrían consolidado su control sobre más del 90% de la provincia, obligando a las fuerzas del Ejército Árabe Sirio a retirarse progresivamente.

Medios locales, como el portal Daraa24, informaron que la retirada del Ejército sirio se produjo tras un acuerdo no confirmado entre las fuerzas opositoras y las gubernamentales. Este pacto habría facilitado el repliegue hacia Damasco, donde ahora se concentra el esfuerzo militar del Gobierno. Los grupos opositores de la región han constituido una nueva alianza armada denominada “Mando de Operaciones Sur”, que ha señalado a Damasco como su “objetivo principal”. Esta situación se produce en un contexto de avances rápidos de una amalgama de facciones salafistas, wahabitas y tafkiríes, lideradas por grupos como Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y el Ejército Nacional Sirio (SNA) , que ya han tomado las ciudades de Alepo y Hama en los últimos días y se aproximan a Homs, una ciudad clave en el centro del país.

Daraa había vuelto al control del gobierno de Assad en 2018 tras un alto el fuego negociado con el respaldo de Rusia, aliada de Damasco. Sin embargo, la región ha mantenido tensiones constantes desde entonces, y la actual ofensiva del HTS y el SNA amenaza con reconfigurar el mapa del conflicto sirio. Mientras tanto, la retirada de las fuerzas progubernamentales en varias zonas del país ha provocado que Jordania y Líbano cierren sus fronteras con Siria y que el Estado de Israel refuerce la presencia militar en los Altos del Golán sirios ocupados desde 1967.