Alemania, el Estado francés, Reino Unido y otros países europeos suspenden por ahora las solicitudes de asilo de ciudadanos sirios, tras la caída del presidente sirio Bashar Al Assad, que ha gobernado el país durante 24 años. Berlín ha paralizado unas 47.000 peticiones, según el Ministerio del Interior alemán, mientras espera que se clarifique la situación en Siria tras el avance de la oposición, compuesta por una coalición de salafistas y grupos de otra índole. Esta medida ha sido replicada en otras estados europeos como Italia, Grecia, Dinamarca, Bélgica y Austria, así como en Noruega, que no forma parte de la Unión Europea (UE).
La Oficina Federal para Migraciones y Refugiados de Alemania (BAMF) explicó en un comunicado que “la situación actual en Siria impide decisiones definitivas sobre los procedimientos de asilo”. Desde la BAMF creen que “es impredecible si los acontecimientos conducirán a nuevos movimientos de refugiados dentro o fuera de la región”, justificando la pausa en un contexto de incertidumbre. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha considerado el derrocamiento de Al Assad una “buena noticia, por ahora”, pero ha instado a la prudencia, advirtiendo que “los nuevos líderes sirios deberán demostrar su compromiso con la dignidad y la autodeterminación del pueblo sirio”.
La Comisión Europea ha expresado “su preocupación” ante las decisiones unilaterales de algunos Estados miembros, subrayando que la UE carece de una lista común de “países seguros” y que cada estado-nación decide de forma independiente. Actualmente, Bruselas trabaja en una regulación para armonizar estas políticas y reforzar los procesos de deportación. Mientras tanto, en el Estado español, fuentes del Ministerio del Interior han asegurado a El País “que no se prevén cambios inmediatos” y que las solicitudes de asilo “continuarán siendo evaluadas caso por caso, atendiendo a las circunstancias individuales de cada solicitante”.
Los sirios representan, desde hace años, la nacionalidad que más solicitudes de asilo presenta en Europa, con 181.000 peticiones registradas en 2023, según datos de la Agencia Europea para el Asilo. Alemania, principal receptor, alberga actualmente a unos 800.000 refugiados sirios, muchos de los cuales llegaron tras la decisión de Angela Merkel en 2015 de abrir las puertas a quienes huían del conflicto. La situación en Siria y su impacto en los flujos migratorios sigue siendo motivo de preocupación en Europa, especialmente en un contexto electoral donde la inmigración ocupa un lugar central en el debate político.