El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha reiterado este sábado su postura a favor de suspender las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia, que considera perjudiciales para la economía europea. Según recoge El Mundo, Orbán destaca que las sanciones “no solo afectan a la economía de la UE, sino también a las perspectivas de paz en Ucrania”. A pesar de la guerra, Hungría ha apoyado a Ucrania con ayuda humanitaria, pero sin enviar armamento. Orbán consideró que la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU “podría cambiar la dinámica global, permitiendo una era de paz que también beneficiaría a Hungría”.
Mientras tanto, el presidente serbio Aleksandar Vucic informó que el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, viajará a Moscú el próximo lunes para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin. La visita, según declaró Vucic según en una entrevista concedida a Happy TV, tiene relación “con el impacto de la prohibición impuesta por Ucrania sobre el tránsito de gas ruso”, lo que afecta directamente a Eslovaquia y Austria. Vucic señaló que “esta situación está complicando las relaciones de los países de la Unión Europea con Moscú”, especialmente aquellos que, como Eslovaquia, enfrentan desafíos energéticos derivados de esta medida.
El gobierno ucraniano, por su parte, anunció que bloqueará el tránsito de gas ruso a través de su territorio hacia Eslovaquia a partir del 1 de enero de 2025, lo que aumentará la presión sobre los países dependientes del gas ruso. Este bloqueo también tiene implicaciones políticas y económicas, dado que las autoridades ucranianas han considerado que la medida es necesaria para limitar la influencia de Moscú en la región. La situación continúa evolucionando, con varios países de la UE, como Hungría y Eslovaquia, buscando enfoques más pragmáticos en su política exterior, que tienen como objetivo minimizar los efectos de las sanciones y mantener relaciones fluidas con Rusia.