La madrugada del lunes, cientos de palestinos desafiaron restricciones para recibir a los 90 prisioneros liberados por el Estado de Israel como parte de la tregua con Hamás. A pesar de advertencias de la policía israelí contra celebraciones públicas y el uso de banderas palestinas, se registraron aglomeraciones en Ramallah y otras ciudades. Los liberados, transportados en autobuses con ventanas oscurecidas, incluyeron mujeres y menores detenidos sin sentencia formal, según recuerda Middle East Eye.
El acuerdo de tregua, con una duración inicial de seis semanas, contempla el intercambio de alrededor de 1.800 prisioneros palestinos y 33 israelíes, además de un retiro progresivo de tropas israelíes de Gaza. Según el texto, las tropas israelíes comenzarán a abandonar áreas densamente pobladas como el corredor de Netzarim. El domingo, Hamás entregó a tres israelíes, incluyendo una ciudadana británica, como un gesto inicial.
Familias palestinas celebraron el fin de meses de incertidumbre. Sin embargo, la tragedia en Gaza sigue siendo un recordatorio del costo humano del conflicto, con comunidades devastadas y miles de desplazados regresando a hogares destruidos. Organizaciones políticas y sociales han llamado a la unidad para recibir a los prisioneros, mientras se mantiene la atención en el cumplimiento del acuerdo por ambas partes.