Gustavo Petro: “Por soberanía nacional, el ELN debe ser derrotado y toda fuerza que tenga sus mismos objetivos”

El presidente colombiano atribuye los enfrentamientos a “disputas por el control territorial y económico del narcotráfico”, mientras el ELN señala deficiencias del “acuerdo de paz”.

Gustavo Petro, presidente de Colombia. Al fondo, combatientes del ELN.
Foto: Colprensa.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha pronunciado recientemente sobre la crisis humanitaria y la guerra en curso. El mandatario asegura que combatientes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) habrían salido del departamento de Arauca hacia el Catatumbo, en Norte de Santander, “para consolidar el control de las rutas del tráfico de drogas”. Según el mandatario, que anunció el cese de conversaciones con el ELN, la presencia de la guerrilla en la región estaría motivada por “intereses económicos vinculados a la cocaína, dado que el municipio de Tibú concentra el mayor cultivo de coca en el país”. Petro señaló al líder del ELN conocido como “Pablito” como responsable principal de esta supuesta estrategia.

Enfrentamientos entre el ELN y un grupo disidente de las FARC, el Frente 33, han causado una crisis humanitaria que ha desplazado a más de 36.000 personas y dejado entre 60 y 80 muertos, según cifras oficiales. Petro destacó que los choques responden a “intentos por convertirse en carta de negociación internacional mientras se enriquecen con el narcotráfico”. En un mensaje desde su cuenta en X, el presidente reafirmó que “por soberanía nacional, el ELN debe ser derrotado y toda fuerza que tenga sus mismos objetivos”.

El mandatario subrayó que abordar este conflicto requiere “más que medidas militares”, adimitiendo que la desigualdad social, la falta de acceso a la tierra y el abandono estatal son las raíces históricas del conflicto interno en Colombia, que ha perdurado por más de siete décadas. Con estas cuestiones sin resolver, Petro hizo un llamado a “generar oportunidades en las regiones afectadas”.

Versión del ELN

El ELN aún no ha respondido a las últimas declaraciones del presidente. Sin embargo, en su misiva del 20 de enero, su comandante Antonio García atribuía la actual confrontación en el Catatumbo a las consecuencias de la desmovilización de las FARC en 2016, que, según afirma el dirigente guerrillero, “generó un vacío de poder en la región”. García sostiene que algunos excombatientes de las FARC “buscaron retomar las armas con un enfoque diferente”, y asegura que “el ELN ofreció apoyo en ese contexto”. Sin embargo, García señala “tensiones crecientes debido a incumplimientos de acuerdos”, y acusa a otros grupos de cometer actos violentos contra civiles, “atribuyéndoselos de manera injusta al ELN”.

El comandante del ELN también denunció que las fuerzas armadas colombianas habrían recibido órdenes de combatir frontalmente a su organización y colaborar con exmiembros de las FARC en la región, acusando directamente al Comisionado de Paz de coordinar estas operaciones. Según García, estas tensiones “reflejan la necesidad de analizar en profundidad los movimientos armados y el camino hacia la paz en Colombia”. Añadió que el ELN “no tiene entre sus políticas atacar a civiles” y afirmó que existen registros sobre las operaciones militares que, asegura, “serán presentados en el momento adecuado”.