La manifestación se ha planteado como un llamado que va más allá del desalojo de la Antiga Massana y que constituye una respuesta ante todo el malestar acumulado en Barcelona (Catalunya) y en todo el país frente a la sangría de los alquileres, los desahucios de familias trabajadoras y el negocio turístico. Un llamado a todos los colectivos y personas que “se están viendo amenazadas por la política de represión encabezada por el PSC de Batlle, Collboni e Illa, pensada para garantizar que el lobby turístico-inmobiliario”, así como que “los grandes macroeventos puedan seguir extrayendo beneficios y utilizando la ciudad para sus intereses mientras ‘limpian’ y ‘ordenan’ la pobreza en los márgenes para que no aparezca en las postales de la ciudad”, denuncian desde la Antiga Massana.
Antes de la manifestación ya se han detectado controles policiales tipo check-point en todas las entradas del Raval, con identificaciones preventivas y accesos bloqueados. Un despliegue de cientos de agentes, drones, helicóptero, cámaras y agentes de paisano ha tomado el barrio, “militarizándolo aún más”, según los organizadores. Aun así, varias columnas procedentes de diferentes puntos de la ciudad, como Sants, Clot, Eixample o Baix Llobregat, entre otros, han confluido hasta la Rambla del Raval, punto de inicio de la manifestación. Más de 10.000 personas se han reunido en rechazo del desalojo.
Durante la manifestación se han señalado diferentes espacios y símbolos de la especulación y de un modelo de ciudad que prioriza el interés de los capitalistas, pisoteando y ahogando al conjunto de la clase trabajadora día tras día. En varios puntos, la policía ha cargado contra los manifestantes, causando más heridos, ha encapsulado a algunos, etc.
No obstante, a pesar de los intentos de la policía por romper y dispersar la manifestación, esta ha conseguido llegar ante la Antiga Massana, donde se han llevado a cabo diferentes discursos por parte de los colectivos que hasta hoy han ocupado el edificio.
Desde la Antiga Massana, la portavoz Ariadna García, ha afirmado que “el desalojo de hoy solo es una muestra más del hecho de que Collboni, el PSC y todos los partidos políticos, tengan una cara más o menos amable, cumplen el papel de mantener el beneficio de especuladores y empresarios a costa de ahogar a la clase trabajadora y de evitar por todos los medios que nos organicemos”. Y ha añadido: “El desalojo de hoy se ha hecho de la única forma que podían hacerlo, de forma totalmente ilegal y sustentado en mentiras y difamaciones”. Finalmente, ha añadido que “si nos quieren echar es porque la Antiga Massana ha sido un símbolo, una muestra de la potencia que tenemos cuando nos organizamos”. Y ha cerrado diciendo que “hoy no acaba nada, hoy es un día más en la certeza de que la política parlamentaria no es parte de la solución sino parte del problema. Contra la dictadura de políticos y empresarios, la única solución que tenemos es organizarnos para construir un poder de clase que sea capaz de superar el capitalismo en su totalidad”, ha rematado Ariadna.
Por su parte, Judith González, portavoz de la Organización Juvenil Socialista (OJS), parte de la Antiga Massana, también ha dado un discurso en el que ha afirmado que “el camino no ha sido fácil y no hay atajos”, pero “asumimos el compromiso irrenunciable con la única vía capaz de superar este contexto de barbarie: la revolución socialista”. Y ha añadido: “Nuestra tarea es dar una voz revolucionaria a nuestra clase, y que esto tome forma en cada conflicto, en cada golpe que sufre nuestra gente”. Finalmente, González ha hecho un llamado a todos a acudir esta mañana la Ciudad de la Justicia en solidaridad con las personas detenidas, que se espera que declaren ante el juez durante la mañana.
Se puede encontrar una crónica de la manifestación en Horitzó Socialista.
