El pasado 24 de enero, Etihad Rail, la compañía ferroviaria de Emiratos Árabes Unidos, anunció la construcción de una línea de alta velocidad (LAV) que conectará las ciudades de Abu Dabi y Dubái. Esta línea tendrá una longitud de 140 kilómetros y permitirá que los trenes alcancen velocidades de hasta 350 km/h, reduciendo el tiempo de viaje entre ambas ciudades a solo 30 minutos. Aunque aún no se ha proporcionado un cronograma detallado ni un presupuesto estimado para el proyecto, se espera que esta iniciativa fortalezca la infraestructura de transporte del país del Golfo Pérsico.
Además de esta conexión principal, Etihad Rail tiene planes de extender la red ferroviaria para integrar los otros cinco emiratos: Ajmán, Umm al-Qaywayn, Ras al-Jaima, Fuyaira y Sarja. Los trenes de alta velocidad que operarán en esta red tendrán una capacidad de 400 plazas. Recientemente, la compañía presentó el primer tren fabricado por CRRC Qingdao Sifang, de un total de 21 unidades diésel diseñadas para alcanzar velocidades de hasta 200 km/h. Paralelamente, se han adquirido trenes similares a los de la empresa ferrocarril vasca CAF, conocidos como Desert Hawk en Arabia Saudita, aunque el número exacto de estas unidades no ha sido especificado.
Estos trenes, tanto los de CRRC como los de CAF, circularán por la línea de alta velocidad mixta Al Dhannah (Ruwais)-Abu Dabi, inaugurada el 25 de enero de 2024, que hasta ahora solo se utilizaba para el transporte de mercancías. Esta línea, diseñada para velocidades de hasta 200 km/h, se extenderá desde la frontera con Arabia Saudita hasta Fuyaira, abarcando aproximadamente 900 km de distancia. Además de mejorar la conectividad interna en línea con la “UAE Net Zero 2050 Strategy”, este proyecto forma parte de una iniciativa respaldada por Estados Unidos desde octubre de 2021, que busca establecer una ruta alternativa a la Nueva Ruta de la Seda de China, facilitando la conexión entre India y Europa sin pasar por el estrecho de Ormuz ni el canal de Suez.
Desde una perspectiva geopolítica y económica, la expansión de la red ferroviaria en Emiratos Árabes Unidos y la propuesta del Gulf Railway, que pretende unir seis países del Golfo con una línea de alta velocidad mixta de 2.177 km para velocidades de hasta 220 km/h, representan movimientos estratégicos significativos. Estas iniciativas no solo buscan mejorar la infraestructura de transporte y la integración regional, sino también posicionar a la región como un eje central en las rutas comerciales globales, diversificando las economías locales y reduciendo la dependencia del petróleo. Al crear rutas alternativas para el comercio entre Asia y Europa, estos proyectos podrían alterar dinámicas comerciales tradicionales y fortalecer la influencia económica y política de los países del Golfo en el escenario internacional.
