La industria siderúrgica de Corea del Sur, un pilar clave de su economía, enfrenta crecientes desafíos tras el anuncio de Donald Trump de reimponer aranceles al acero, aluminio y cobre. Según The Chosun Daily, estas medidas se suman a la desaceleración económica global, la caída en la demanda de sectores como la construcción y el automotriz, y la intensa competencia del acero chino de bajo costo. Empresas como Posco y Hyundai Steel ya han cerrado o reducido operaciones, mientras la incertidumbre crece ante la posible reducción del cupo libre de aranceles que actualmente permite exportar hasta 2,63 millones de toneladas anuales a EEUU.
El mercado estadounidense sigue siendo vital para los productores surcoreanos: en 2023, el 9,8 % del volumen de sus exportaciones y el 12,4 % del precio total se dirigieron a EEUU. La imposición de nuevas barreras comerciales podría afectar a gigantes como Samsung y Hyundai Motor, que dependen de acero surcoreano para sus operaciones en territorio estadounidense. Para mitigar riesgos, Hyundai Steel y otras empresas están considerando construir plantas en EEUU, con Luisiana como una posible sede, en un intento por sortear los aranceles y fortalecer su presencia en el mercado norteamericano.
El gobierno surcoreano, consciente del impacto económico, convocó una reunión estratégica para definir cómo enfrentar estas nuevas políticas comerciales. Además de resaltar la importancia del acero surcoreano en sectores estratégicos de EEUU, la industria argumenta que ampliar el cupo de exportación podría ayudar a satisfacer la creciente demanda de infraestructura, especialmente en el sector energético. Las próximas semanas serán cruciales, ya que se espera que la administración Trump defina los detalles de los aranceles antes del 1 de abril, según reporta The Chosun Daily.