El Ministerio de Trabajo del Gobierno español ha acordado con los sindicatos un aumento del 4,4% del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2025, lo que elevaría nominalmente la cuantía mensual a 1.184 euros en 14 pagas, lo que equivale a 16.576 euros anuales. Este incremento beneficiaría, en teoría, a unos 2,5 millones de trabajadores, aproximadamente el 12% de la población asalariada. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre si este aumento estará exento de tributación, como sucedió en años anteriores.
Hasta ahora, la Agencia Tributaria ha ajustado el mínimo exento para evitar que los trabajadores con el SMI paguen IRPF, y en 2024 se elevó el umbral a 15.876 euros. No obstante, si no se actualiza este mínimo exento con la nueva subida, los trabajadores cuyo salario supere los 15.876 euros tendrán que tributar, enfrentándose a retenciones fiscales de entre 230 y 300 euros. Esto podría implicar un tipo impositivo superior al 40%, un hecho sin precedentes que afectaría también a otras rentas bajas.
El debate sobre si se debe aumentar el mínimo exento sigue abierto. Desde el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, como UGT, defienden que “el mínimo exento debe subir junto con el SMI para evitar que los trabajadores más vulnerables enfrenten una mayor carga fiscal”. Sin embargo, desde el Ministerio de Hacienda se ha señalado que no comparten esta postura. Por su parte, CGT critica que la presión fiscal recae desproporcionadamente sobre los sectores más pobres, mientras las rentas altas están exentas de impuestos por diversas vías. Ahora, queda en manos de Hacienda decidir si ajustará el mínimo exento para evitar estos efectos negativos.