Esta mañana del 4 de marzo, el Parlamento de Serbia ha vivido momentos de alta tensión cuando diputados de la oposición han lanzado botes de humo durante una sesión plenaria. Se trata de una acción de protesta contra la legitimidad del Gobierno tras la dimisión del primer ministro Milos Vucevic en enero. En medio de la tensión, la diputada Jasmina Obradovic ha sufrido un derrame cerebral y se encuentra en estado crítico, mientras que otras dos legisladoras han resultado heridas.
La sesión tenía previsto votar un aumento en la financiación de la educación universitaria, una de las principales demandas de los estudiantes que llevan meses protestando. Sin embargo, la oposición consideró “ilegal” la sesión, argumentando que “primero debía confirmarse la renuncia del primer ministro y su gabinete”. El enfrentamiento ha estallado después de que la coalición gobernante propusiera aprobar una serie de leyes destinadas a otorgar concesiones a estudiantes y jóvenes antes de reconocer oficialmente la dimisión de Vučević, lo que supondría la disolución de su gabinete. La oposición rechazó esta medida, argumentando que no tenía sentido aprobar leyes impulsadas por un Gobierno cuyo primer ministro había renunciado. Esto ha derivado en una pelea en la que algunos parlamentarios han sido empapados con agua antes de que algunos diputados opositores lanzaran bombas de humo.
Las manifestaciones lideradas por el movimiento estudiantil, que han forzado cambios legislativos y una crisis política en el país balcánico, comenzaron tras el colapso de una marquesina en la estación de tren de Novi Sad, que causó 15 muertes y fue atribuido a la corrupción gubernamental. Desde entonces, estudiantes y ciudadanos han exigido responsabilidades políticas, incluyendo la dimisión del presidente Aleksandar Vucic. Las protestas han sido las más significativas en 25 años.