El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, presentó el viernes un plan para ofrecer entrenamiento militar a gran escala a todos los hombres adultos del país, con el objetivo de aumentar el número de efectivos en las Fuerzas Armadas hasta medio millón. Según Tusk, el programa estará listo para finales de 2025 y permitirá que los polacos que no estén en activo en el Ejército puedan ser entrenados como soldados de “pleno derecho” en caso de conflicto. El plan busca crear una “reserva” de combatientes ante las que consideran “posibles amenazas”. Aunque Tusk no aclara si implicará el regreso al servicio militar obligatorio, destacó que la iniciativa “se basaría en modelos como el suizo, con incentivos para fomentar el alistamiento”.
El plan también contempla la inclusión de mujeres en las Fuerzas Armadas, aunque Tusk precisó que, debido a las condiciones físicas requeridas en el campo de batalla, “la guerra sigue siendo un ámbito predominantemente masculino”. No obstante, aseguró que las mujeres no serán excluidas, citando ejemplos como el de Ucrania, “donde han desempeñado un papel crucial en el frente de combate”. Además, Tusk revela que Polonia podría salir de la Convención de Ottawa, que restringe el uso de minas antipersona, y de la Convención de Dublín, que prohíbe las bombas de racimo, para “fortalecer su capacidad de defens”.
En su intervención ante el Parlamento, Tusk también ha mostrado su disposición a aceptar la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, para utilizar las capacidades nucleares de la República francesa “en defensa de los aliados europeos”. Polonia, que es signataria del Tratado de No Proliferación Nuclear desde los años 60, buscaría aumentar sus capacidades en armas no convencionales, aunque Tusk enfatizó que esto “no debería interpretarse como una carrera armamentística, sino como una medida de seguridad para el país”.