Según el estudio Estimating the Military’s Global Greenhouse Gas Emissions de Scientists for Global Responsability reporta que las fuerzas armadas de todo el mundo generan, de manera conjunta, aproximadamente el 5,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), lo que las ubica en un hipotético cuarto lugar mundial si fueran consideradas como un país independiente, incluso por delante de Rusia.
Este porcentaje, derivado de datos y metodologías recientes, subraya que el sector militar es un factor de gran peso en la crisis climática, equiparándose incluso a sectores como la aviación (1.9%) y el transporte marítimo (1.7%). La situación no es nueva: desde que Estados Unidos impulsara la exclusión de los reportes de emisiones militares en el Protocolo de Kioto de 1997, los estados del mundo arrastran un histórico déficit de información conocido como la “brecha de emisiones militares”, que hoy continúa frenando la acción climática eficaz.
El problema se ve acentuado por la disparidad en la presentación de datos ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Países con altos gastos militares, como India, Arabia Saudita y Corea del Sur, no reportan estadísticamente sus emisiones de manera transparente, mientras que otros ofrecen información fragmentada e inconsistente.
Las estimaciones operacionales, centradas en bases y maquinaria militar, varían entre 300 y 600 millones de toneladas de CO2e (entre el 0.6% y el 1.2% de las emisiones globales), con una cifra más consensuada de 500 millones de toneladas (1.0% del total). Cuando se incluyen factores indirectos —como la cadena de suministro y otros impactos colaterales— la huella de carbono militar asciende a un rango de 1,600 a 3,500 MtCO2e (entre 3.3% y 7.0% de las emisiones globales), estimándose de forma más realista en torno a 2,750 MtCO2e, un 5.5% del total. Aun así, se trata de una estimación conservadora, pues no contabiliza los daños a infraestructura y ecosistemas durante conflictos, la reconstrucción posbélica ni la atención médica a supervivientes.
Existen, asimismo, notables diferencias por país. Estados Unidos lidera el gasto militar con 800.700 millones de dólares en 2022 y un aporte de 12% en emisiones globales, mientras que China encabeza el número de efectivos con más de dos millones de soldados y el 24% de las emisiones planetarias. India muestra la segunda plantilla militar más numerosa (1.44 millones) y un 6.8% de aportaciones de GEI, en tanto Rusia, con un gasto de 65.900 millones de dólares, registra el 3.9% de las emisiones globales.