Este 20 de marzo, el parlamento de Indonesia aprobó una enmienda a la ley de fuerzas armadas que permite a los oficiales militares asumir roles en una mayor cantidad de instituciones gubernamentales. La reforma, impulsada por el presidente Prabowo Subianto y su coalición, amplía la participación de los militares en el gobierno, lo que ha generado críticas por parte de varias organizaciones.
La ley revisada permite que los oficiales sirvan en 14 entidades estatales, frente a las 10 permitidas anteriormente, incluidas oficinas clave como la Fiscalía General, la Secretaría de Estado y la Agencia Contra el Terrorismo.
El ministro de Defensa, Sjafrie Sjamsoeddin, defiende la enmienda, señalando que “la transformación militar es esencial para enfrentar conflictos convencionales y no convencionales, en un contexto de cambios geopolíticos y avances tecnológicos globales”.
Sin embargo, grupos como Human Rights Watch advierten que esta expansión del rol militar en la administración pública “podría revivir prácticas autoritarias y generar impunidad en los casos de abusos de poder”.
El presidente ha mostrado interés en fortalecer la presencia del ejército en áreas civiles. Subianto asumió el cargo en octubre de 2024 y fue comandante de las fuerzas especiales bajo el gobierno de Suharto, que realizó uno de los mayores exterminios anticomunistas de la historia.
Activistas y algunos sectores de la sociedad civil han manifestado su preocupación ante lo que consideran un retroceso hacia un gobierno militarizado similar al régimen de Soeharto, donde los militares desempeñaban un papel central en la política y la administración del país.
A pesar de las protestas, que incluyeron manifestaciones estudiantiles en Yakarta, el gobierno ha avanzado con la reforma, que también incrementa la edad de jubilación de los oficiales en servicio activo.
