El jefe de la ayuda humanitaria de Naciones Unidas, Tom Fletcher, alertó este martes que “14.000 bebés podrían morir en las próximas 48 horas si no conseguimos llevarles la ayuda”, en declaraciones a la BBC.
La advertencia llega después de que el Gobierno israelí anunciara una falsa “suavización” del bloqueo total impuesto en marzo, que se ha traducido en la entrada de tan solo cinco camiones con comida el lunes, según confirma la ONU.
Fletcher afirma que los vehículos, cargados con comida para bebés y medicinas, seguían retenidos en el lado israelí del paso de Kerem Shalom. “Es terrorífico”, añadió, y calificó la medida como “totalmente inadecuada”.
Durante la madrugada de este martes, nuevos bombardeos israelíes mataron al menos 60 personas, incluidos niños, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Los ataques alcanzaron una escuela con desplazados y viviendas en varias zonas del enclave. Desde el inicio de la ofensiva militar en octubre de 2023, más de 53.500 personas han muerto a causa de violencia directa de los ataques sionistas en Gaza, de acuerdo con fuentes sanitarias palestinas citadas. A ello se le suman los atrapados bajo los escombros y todas las personas que han muerto de hambre o enfermedades.
La crisis humanitaria se agrava mientras las negociaciones en Doha entre el Estado de Israel y la Resistencia Palestina siguen bloqueadas por “diferencias fundamentales”, declaró el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani.
El Estado francés, Reino Unido y Canadá emitieron el lunes un comunicado conjunto advirtiendo que podrían “tomar medidas concretas” si el gabinete de Netanyahu no detiene la ofensiva y no facilita el acceso de ayuda humanitaria.
“No nos quedaremos de brazos cruzados”, dice el texto, citado por El País. El Elíseo también anunció que apoyará la propuesta española e irlandesa para revisar el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el Estado de Israel, una iniciativa que será debatida este martes por los ministros de Exteriores de la UE, pese a la oposición de Alemania.
La Unión Europea es el principal socio comercial de la entidad sionista, con un 28,8% de sus exportaciones dirigidas al bloque.