Al menos 81 personas han sido asesinadas en Gaza desde la madrugada del lunes por ataques israelíes, según informan fuentes médicas a Al Jazeera. Solo en la ciudad de Gaza se contabilizan 53 fallecidos.
El Ministerio de Salud de Gaza cifra el total de víctimas palestinas desde el inicio de la ofensiva israelí en 53.977 muertos confirmados y 122.966 heridos, aunque la Oficina de Medios del Gobierno local eleva el balance a más de 61.700, incluyendo miles de desaparecidos bajo los escombros.
Mientras continúan los bombardeos, la Organización Mundial de la Salud advierte que todos están sufriendo en Gaza por la falta de suministros médicos y la saturación de los hospitales, agravada por el bloqueo israelí a la entrada de ayuda humanitaria.
Según testimonios recogidos por Al Jazeera y Anadolu Agency, la situación sanitaria es crítica: hospitales como Al-Shifa y Nasser atienden a niños con amputaciones, heridas graves y casos de malnutrición severa.
En paralelo, persisten mensajes contradictorios sobre las negociaciones para un alto el fuego. Fuentes de Hamas aseguran haber aceptado una propuesta estadounidense, mientras funcionarios de EEUU muestran cautela y señalan que “emergen mensajes muy diferentes” de ambas partes.
La presión internacional aumenta: líderes de París, Londres y Ottawa han advertido que tomarán “acciones concretas” si Israel no detiene la ofensiva y permite la entrada de ayuda, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha pedido sanciones europeas.
El ministro de Seguridad Nacional israelí, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, por su parte, reiteró ante miles de manifestantes en el ‘Día de Jerusalén’ su rechazo a facilitar ayuda a Gaza y defendió continuar con el genocidio, al tiempo que el Estado Mayor israelí ordenó la evacuación del sur de Gaza ante una inminente “ofensiva sin precedentes”.