El candidato del Partido Demócrata de Corea del Sur, Lee Jae-myung, habría ganado las elecciones presidenciales celebradas este martes 3 de junio, según un primer sondeo a pie de urna difundido tras el cierre de los colegios electorales.
El estudio, elaborado por las cadenas de televisión KBS, MBC y SBS, le otorga un 51,7 % de los votos frente al 39,3 % de su principal rival, el exministro Kim Moon-soo, candidato del conservador Partido del Poder Popular. Los resultados oficiales aún no han sido publicados.
Las elecciones presidenciales se han celebrado en un contexto de relativamente alta movilización del voto. A una hora del cierre de los colegios, la Comisión Electoral Nacional registraba una participación del 77,8%, una de las más elevadas de las últimas décadas.
El proceso electoral ha estado marcado por la crisis institucional derivada del intento fallido del expresidente Yoon Suk Yeol, también del Partido del Poder Popular, de dar un autogolpe de estado mediante el decreto de la ley marcial hace seis meses, lo que precipitó su salida anticipada del cargo.
Lee Jae-myung, de 61 años, ya partía como favorito en esta elección a una sola vuelta. Su victoria, de confirmarse oficialmente, pondría fin temporalmente a la inestabilidad política en el país.
La noticia de los sondeos ha provocado celebraciones entre los simpatizantes del Partido Demócrata reunidos en la sede del Parlamento surcoreano, según reportan medios como Deutsche Welle, AFP y EFE.
Partido Demócrata
El Partido Demócrata de Corea (DPK), liderado por Lee Jae-myung, es una formación de “centroizquierda” que, aunque carece de una ideario oficial coherente, se sitúa generalmente en el espectro liberal y “progresista”, con raíces en el movimiento de democratización que se opuso a las dictaduras militares.
El DPK defiende la economía de mercado con cierta intervención estatal, ha impulsado políticas como el Green New Deal para alcanzar la “neutralidad de carbono” en 2050 y mantiene una postura favorable a la intervención del gobierno en el mercado laboral, aunque con cierta distancia respecto a los movimientos sindicales.
En cuestiones sociales, el partido adopta posiciones conservadoras en temas como los derechos LGTB y los derechos de las mujeres, influido en parte por el cristianismo, pero promueve un enfoque liberal moderado en otros aspectos. En política exterior, el DPK aboga por la desnuclearización y un enfoque no demasiado agresivo hacia Corea del Norte, lo que le ha valido críticas de los sectores conservadores por ser “demasiado conciliador”.
El Partido Demócrata cuenta con un apoyo sólido en las regiones urbanas, especialmente entre las clases trabajadoras, los sindicatos y los sectores de clases medias que valoran “la meritocracia” y la “movilidad social”, como se refleja en la biografía de Lee Jae-myung, quien se forjó desde la pobreza hasta convertirse en abogado de derechos civiles y gestor público. Sus bastiones tradicionales incluyen ciudades como Gwangju, cuna del movimiento democratizador, y distritos urbanos clave donde ha logrado captar el voto indeciso.
Partido del Poder Popular
Por el contrario, el Partido del Poder Popular (PPP), principal fuerza conservadora y heredero del expresidente Yoon Suk-yeol, mantiene su hegemonía en zonas acomodadas como el distrito de Gangnam y entre votantes de mayor edad y sectores empresariales.
En estas elecciones, la polarización generacional y de género ha sido especialmente visible, con el PPP intentando movilizar a los votantes jóvenes masculinos descontentos con las denominadas como “políticas de igualdad”, mientras que el DPK ha consolidado su alianza con los sindicatos oficiales y ha capitalizado el rechazo social al autoritarismo y a la crisis institucional provocada por Yoon.
Además, el Partido del Poder Popular (PPP) de Corea del Sur tiene vínculos históricos directos con la tradición política de las dictaduras militares surcoreanas. Fue fundado en 2020 como resultado de la fusión de varias formaciones conservadoras, entre ellas el Partido Libertad de Corea, que a su vez es heredero de los partidos que gobernaron durante las dictaduras militares de Park Chung-hee y Chun Doo-hwan.
Park Geun-hye, presidenta destituida en 2017 tras meses de protestas masivas, es hija del dictador Park Chung-hee y pertenecía a una de las formaciones que posteriormente se integraron en el PPP. Estas dictaduras se caracterizaron por el uso de la ley marcial y la represión de derechos civiles y políticos, prácticas que han sido recordadas en el contexto de la reciente crisis institucional, cuando el expresidente Yoon intentó decretar la ley marcial.
El PPP representa, por tanto, la continuidad del anticomunismo férreo, el alineamiento con los halcones de Estados Unidos y la defensa de un modelo de “seguridad nacional” inspirado en la época autoritaria. Aunque el partido opera hoy en el marco democrático surcoreano, su genealogía política y parte de su electorado conservador mantienen referencias y vínculos claros con los regímenes militares que gobernaron el país con puño de hierro entre los años 1960 y 1980.