Medios internacionales como Reuters y varios medios israelíes han publicado que “fuentes de seguridad israelíes” atribuyen al Mossad la creación de una base de drones encubierta de ataque dentro de la República Islámica de Irán, utilizada para lanzar drones explosivos contra lanzadores de misiles cerca de Teheran en los días previos al reciente ataque israelí.
Estas informaciones, recogidas por agencias internacionales, apuntan a que los equipos y armamento habrían sido introducidos de contrabando y activados por comandos israelíes en operaciones encubiertas.
Hasta la fecha, el Mossad no ha confirmado públicamente la existencia ni el uso de una base de drones en territorio iraní, pero tampoco lo ha negado.
La información difundida se basa en declaraciones de fuentes de inteligencia que no han sido identificadas oficialmente, y los detalles operativos no han sido corroborados por portavoces oficiales israelíes ni iraníes. Reuters y medios israelíes subrayan que la operación formaría parte de una estrategia más amplia de sabotaje y guerra tecnológica en la región.
Las autoridades iraníes tampoco han emitido comunicados sobre la supuesta presencia de equipos israelíes en su territorio.
Por el momento, la situación se desarrolla en un contexto de alta tensión tras el ataque israelí, en el que el uso de drones y operaciones encubiertas se ha convertido en un elemento central de los enfrentamientos entre ambos países.
La información sigue siendo objeto de seguimiento por parte de los estados del mundo, a la espera de confirmaciones oficiales o nuevas declaraciones de las partes implicadas.