Al menos 38 palestinos fueron asesinados este lunes por disparos de soldados israelíes cuando miles de personas intentaban acceder a centros de distribución de alimentos gestionados por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), con apoyo del Estado de Israel y los Estados Unidos de América, según informó el Ministerio de Salud de Gaza.
La mayoría de las víctimas se registró en las inmediaciones de Rafah, al sur de la Franja, en una jornada que se ha convertido en la más mortífera desde que comenzó a operar el nuevo “sistema de reparto” hace tres semanas.
Testigos y organizaciones médicas relatan que los disparos se produjeron cuando grandes multitudes se congregaron antes del horario de apertura, en rutas designadas por el ejército de ocupación israelí.
El hospital de la Cruz Roja en la zona recibió cerca de 200 heridos, la mayor cifra en un solo incidente desde el inicio de la distribución, según el Comité Internacional de la Cruz Roja y Al Jazeera.
El ejército israelí no ha emitido comentarios sobre el incidente, aunque en ocasiones anteriores ha asegurado que sus tropas disparan “tiros de advertencia” a quienes considera “sospechosos” que se acercan a sus posiciones, sin precisar si estos alcanzan a civiles.
Desde la implementación de este sistema, más de 300 personas han sido asesinadas y más de 2.000 han resultado heridas intentando recoger ayuda alimentaria, según datos del Ministerio de Salud de Gaza.
Organizaciones de la ONU y grupos humanitarios han advertido que las restricciones al acceso y la militarización de la ayuda agravan la crisis alimentaria, con riesgo inminente de hambruna en la Franja.
Mientras tanto, la GHF sostiene que los incidentes “no han ocurrido dentro de sus instalaciones ni durante el horario de reparto, sino en las rutas de acceso y en horarios prohibidos”.