Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español y secretario general del PSOE, ha cancelado todos los actos previstos para este jueves y ha vaciado su agenda oficial, en un contexto de máxima tensión interna en el PSOE tras las últimas novedades sobre la presunta trama de corrupción que afecta a exdirigentes de la formación.
Entre los hechos más relevantes de las últimas horas, destaca la información de que el disco duro que José Luis Ábalos intentó ocultar contendría mensajes de varios dirigentes del PSOE, incluido el propio Sánchez, según fuentes de la investigación citadas por EFE.
Mientras tanto, la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, ha comunicado a Sánchez que su grupo “no puede garantizar ya su apoyo” al Gobierno español, alegando una pérdida de confianza tras las revelaciones del caso y pidiendo medidas “más contundentes”.
Por su parte, María Chivite, presidenta navarra, ha asegurado que no dimitirá porque “no hay ningún indicio de ilegalidad” en su gestión, y ha declarado: “Saldremos adelante”.
En el Congreso de los Diputados, dirigentes del PSOE como Félix Bolaños y María Jesús Montero se han aferrado a que el Ejecutivo “mantiene la mayoría parlamentaria” y que “quedan dos años de legislatura”, negando la posibilidad de un adelanto electoral.
Sánchez tiene previsto comparecer el próximo 9 de julio en el Congreso de los Diputpara dar explicaciones sobre la supuesta implicación de Santos Cerdán y las últimas informaciones del caso.
Brechas internas y bunker
A la presión de los socios de investidura y la oposición se ha sumado el presidente de Castilla-La Mancha y varón del PSOE, Emiliano García-Page, quien ha roto su silencio para afirmar que el partido atraviesa “su momento más grave de credibilidad en la historia reciente” y que Pedro Sánchez “reconoció que no está en condiciones de ser candidato”.
García-Page ha criticado que el presidente se haya “encerrado en un búnker que es una tumba” y ha advertido que “queda mucho por saberse”, aludiendo a la existencia de grabaciones y conversaciones guardadas por ministros y otros dirigentes del partido.
