Por lo menos siete militares israelíes han fallecido en el sur de la Franja de Gaza tras la explosión de un artefacto mientras circulaban en un vehículo blindado en la zona de Khan Younis, durante una operación militar israelí. Las brigadas Al Qassam, brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, reivindicaron la emboscada, que forma parte de las operaciones de la resistencia palestina frente a la ocupación terrestre y la ofensiva aérea de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Según informa EFE, el ataque ha sido confirmado tanto por las propias FDI como por Hamas en sendos comunicados.
En el contexto de la intensificación de las operaciones de resistencia, el 18 de junio se ejecutó en Khan Younis una operación conjunta de francotiradores entre las brigadas Al Qassam y Saraya al Quds, denominada “operación Al-Ghoul”, difundida en vídeo el 24 de junio y con confirmación visual de la acción. El vídeo muestra cómo un francotirador palestino, con el uso del rifle de francotirador Al-Ghoul, de fabricación local, dispara y alcanza de lleno a un soldado israelí. Por el momento, las FDI no confirman la baja del soldado en cuestión. El uso de este armamento ha sido ampliamente documentado en anteriores operaciones en el este de Khan Yunis, donde la resistencia ha logrado abatir a varios soldados israelíes en acciones coordinadas.
En otra actuación difundida en vídeo por las Brigadas Al Qassam la semana pasada, se observa una imagen donde soldados israelíes se esconden en tanques mientras, desde el exterior del blindado reciben disparos de fusil y son perseguidos a pie por combatientes de Al Qassam. Todos estos episodios muestran un contraste entre las capacidades de combate aéreo del Estado de Israel y las actuaciones de sus unidades de infantería desplegadas en Gaza.
La ofensiva israelí en Gaza, iniciada en octubre de 2023, ha dejado hasta la fecha más de 56.000 muertos confirmados por el Ministerio de Salud local y 131.848 heridos graves, en medio de un bloqueo total y una crisis humanitaria sin precedentes. Mientras la llamada “comunidad internacional” reclama “un alto el fuego” y acceso humanitario sin efectos prácticos, la resistencia palestina mantiene su capacidad operativa de respuesta militar en el territorio ocupado.
