El progreso en la vacunación infantil contra enfermedades como el sarampión, la polio o la difteria se ha estancado a nivel mundial, según un estudio publicado en The Lancet. Entre 1980 y 2023, la cobertura vacunal global se duplicó y se salvaron más de 150 millones de vidas, pero desde 2010 la tendencia se ha frenado e incluso ha retrocedido en numerosos países, incluidos 21 de los 36 países con mayores recursos económicos analizados. El informe alerta de que la cobertura frente al sarampión ha caído en casi la mitad de los territorios estudiados y que, solo en 2023, 16 millones de niños no recibieron ninguna vacuna, la mayoría en África subsahariana y el sur de Asia.
Las causas principales del estancamiento son la desigualdad en el acceso, las secuelas de la pandemia de covid-19 y el aumento de la desinformación y la reticencia a vacunarse. La crisis sanitaria por covid-19 interrumpió campañas de inmunización y debilitó la confianza en las instituciones de salud pública, lo que ha favorecido la aparición de brotes de enfermedades que ya estaban controladas o en vías de erradicación, como el sarampión, la difteria o la polio. Además, los recortes en la financiación internacional y la reducción de la ayuda exterior han agravado la situación, especialmente en regiones con menos recursos, según advierte la OMS.
Expertos y organismos internacionales insisten en la urgencia de reforzar los sistemas de salud primaria, combatir la desinformación y garantizar el acceso equitativo a las vacunas para evitar que millones de niños sigan expuestos a enfermedades prevenibles. La OPS y la OMS subrayan que la vacunación sigue siendo una de las herramientas más eficaces y rentables para proteger la salud pública y llaman a “una acción política y financiera sostenida para revertir la tendencia y cerrar las brechas de cobertura”.