Al menos 8 muertos y 400 heridos en el aniversario de las marchas contra el Gobierno en Kenia

Miles de jóvenes se movilizaron en Nairobi y otras ciudades para conmemorar el primer aniversario de las protestas contra las subidas fiscales. Denuncian la brutalidad policial y una nueva escalada de violencia.

Policía keniata en las protestas del 25 de junio de 2025.
Foto: @Delhiite_ (X)

Masivas protestas sacudieron Kenia este 25 de junio, protagonizadas por la juventud del país, especialmente por activistas e indignados de la llamada “generación Z”. Miles de personas salieron las calles, especialmente en la capital, Nairobi, para protestar contra el Gobierno y recordar el primer aniversario de las movilizaciones masivas de 2024, que terminaron con la ocupación del Parlamento y decenas de manifestantes asesinados por la policía.

Esta vez, las marchas han terminado con una brutalidad similar: la represión policial del régimen de William Ruto ha dejado al menos 8 asesinados y más de 400 heridos, según una coalición de 21 organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional, la Sociedad de Abogados de Kenia y la Asociación de Médicos de Kenia. De los heridos, 83 presentan lesiones graves y al menos ocho manifestantes sufrieron impactos de bala.

Las protestas, que se extendieron a 26 de los 47 condados del país, derivaron en enfrentamientos con la policía, que empleó gases lacrimógenos, cañones de agua, balas de goma y fuego real para dispersar a los manifestantes. Los accesos al Parlamento y la presidencia en Nairobi fueron bloqueados con alambre de púas, y las fuerzas policiales detuvieron al menos a 61 personas. Organizaciones de derechos humanos denunciaron la presencia de matones a sueldo.

El presidente William Ruto, en declaraciones durante un funeral, pidió que las protestas sean “pacíficas” y advirtió que “no tenemos otro país al que ir si las cosas salen mal”. Sin embargo, las ONG y plataformas cívicas responsabilizan al Gobierno por el uso de la fuerza y recuerdan que las movilizaciones del año pasado dejaron al menos 60 muertos y 20 desaparecidos, en un contexto de crisis económica y rechazo a las políticas fiscales del Ejecutivo. Además, el año pasado se reportaron varias ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas contra la disidencia política.

En el plano internacional, el Gobierno de Ruto ha buscado equilibrar las relaciones de Kenia con las potencias occidentales y orientales. Aunque desde su llegada al poder ha reforzado los lazos con Estados Unidos y la Unión Europea —abogando por la plena implementación del Acuerdo de Asociación Económica con la UE y negociando acuerdos comerciales con Washington—, en los últimos meses ha profundizado la cooperación con China y ha defendido una política exterior “no alineada”, afirmando que Kenia “no mira ni al Este ni al Oeste, sino al futuro”. Analistas interpretan esta “ambigüedad estratégica” como un intento de Ruto de obtener beneficios de ambos bloques y proyectar una imagen de “desarrollo pragmático”, en un contexto de creciente presión interna por el malestar social y económico.