Si el Gobierno español cumple con la senda de gasto establecida por la OTAN y aumenta el gasto militar hasta el 5% del Producto Interior Bruto (PIB), el presupuesto destinado en materia militar alcanzaría los 80.000 millones de euros anuales, según cálculos basados en las cifras actuales. Esta cantidad equivaldría al 24% de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que para 2025 rondan los 330.000 millones de euros.
El dato supone que casi uno de cada cuatro euros del presupuesto estatal iría destinado a gastos militares, una proporción sin precedentes en la historia del Estado español. Analistas económicos y organizaciones sociales advierten que una medida de este calibre obligaría a aplicar recortes nunca vistos en otras áreas clave como la sanidad, la educación, las pensiones o las políticas sociales de todo tipo.
Actualmente, el gasto militar real del Estado español ronda el 2,5% del PIB, lo que representa aproximadamente el 9% del gasto público total. Sin embargo, la presión de EE. UU. y la dirección de la OTAN han conducido a la aprobación del nuevo objetivo: 5% sobre el PIB hasta 2029, y abierto a revisión; es decir, a más subidas.
Fuentes del Gobierno español reconocen abiertamente que elevar el gasto militar al 5% del PIB solo sería posible a costa de sacrificar las partidas remanentes de políticas sociales o mediante una fuerte subida de impuestos. El ámbito académico, los movimientos sociales y los estadistas coinciden en el análisis y admiten con gran preocupación que estas cifras desbaratan el modelo social que ha existido en Europa desde el final de la II Guerra Mundial.
Un aumento del gasto militar al 24% de los Presupuestos Generales del Estado implicaría, en definitiva, recortes de una magnitud inédita: para mantener el equilibrio presupuestario, habría que detraer decenas de miles de millones de euros de partidas esenciales como sanidad, educación, pensiones o dependencia. Esto supondría, por ejemplo, cerrar hospitales, despedir a miles de docentes, reducir las ayudas a la dependencia y paralizar la investigación científica, como ya ocurrió en menor escala con los recortes tras la última crisis financiera. En la práctica, sería como devolver de un plumazo a millones de personas a listas de espera más largas, aulas masificadas y servicios públicos aún más colapsados.
“Europa pagará A LO GRANDE”
Durante la reciente cumbre de la OTAN en La Haya (Países Bajos) el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, envió un mensaje privado a Donald Trump en el que le felicitaba efusivamente por su “acción decisiva en Irán” y por lograr que los países miembros acordaran elevar el gasto militar al 5% del PIB. En el texto, Rutte reconocía que “Europa pagará a lo GRANDE, como debe ser, y será tu victoria”, en referencia al aumento del gasto militar impulsado por el presidente de EE. UU. Este mensaje fue publicado por el propio Trump en su red social Truth Social, generando polémica por el tono adulador y por la presión que supone para el Estado español. Además, en un momento distendido durante la cumbre, Rutte se refirió a Trump como “papi”, lo que provocó risas y críticas por la relación de deferencia entre ambos líderes.