La República Islámica de Irán mantendrá el próximo viernes en Estambul una nueva ronda de negociaciones sobre su programa nuclear con los “tres grandes” europeos –el Estado francés, Alemania y el Reino Unido–, en el primer encuentro de alto nivel desde los ataques israelíes y estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes hace un mes. Según reportes de Al Jazeera, las delegaciones se reunirán a nivel de viceministros de Exteriores e intentarán desatascar las negociaciones, en medio de fuertes presiones para evitar el colapso definitivo del acuerdo de 2015.
La convocatoria a la reunión llega tras una amenaza directa de los países europeos: si Irán no accede a retomar o avanzar en el diálogo antes de final de agosto, reimpondrán todas las sanciones internacionales a través del mecanismo conocido como “snapback”. Esta posibilidad cobra fuerza después de que la cooperación entre Teherán y la agencia nuclear de la ONU se viera interrumpida, y en un contexto donde los Estados Unidos de América acusan a Teherán de “mantener capacidades para desarrollar armas nucleares”, acusación que Irán ha rechazado reiteradamente.
De momento, Washington no participa directamente en esta fase del diálogo, aunque países como China y Rusia permanecen como firmantes originales del acuerdo nuclear junto a los europeos. La reanudación de las conversaciones es vista como “una nueva oportunidad para evitar una escalada en Oriente Medio” y “restablecer los límites que frenaban el enriquecimiento de uranio iraní”, una cuestión fundamental para las potencias occidentales y el Estado de Israel, que temen la proliferación nuclear iraní.
El ambiente diplomático sigue siendo tenso. El país persa acusa a Occidente de usar amenazas y presiones ilegítimas, mientras que los gobiernos europeos buscan preservar el acuerdo nuclear como “camino hacia una solución verificable”. Entre tanto, la región permanece en vilo, pendiente de si esta mesa permitirá un deshielo o, por el contrario, precipitará una nueva ola de sanciones y tensiones internacionales que podrían desestabilizar la economía y la situación geopolítica regional.