El Estado español sigue con permisos por nacimiento más cortos que Bulgaria y Croacia, pese a la última reforma

Moncloa acaba de ampliar los permisos a 17 semanas, mientras que Croacia y Bulgaria mantienen bajas por maternidad de hasta 58 semanas.

Imagen de archivo de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo del Gobierno español.
Foto: N/D

A pesar de la reciente reforma aprobada por el Gobierno español con su habitual triunfalismo, que ha ampliado el permiso por nacimiento en el Estado español a 17 semanas para cada progenitor, el país continúa teniendo períodos de baja significativamente más cortos que Bulgaria y Croacia, por ejemplo, donde la baja por maternidad alcanza las 58 semanas, una de las más largas de la Unión Europea. En Bulgaria, las madres cuentan con 410 días de baja remunerada, con opción a transferir parte del permiso al padre tras seis meses, mientras que Croacia ofrece también hasta 58 semanas con pago completo del salario durante ese tiempo.

El Estado español mantiene además una estructura de seis semanas obligatorias después del parto o adopción, con el resto de semanas disfrutable de forma flexible, pero sigue lejos de las condiciones de Bulgaria y Croacia, donde el permiso se extiende hasta dos años en modalidad remunerada o compatible con cuidado parental. En concreto, los permisos de paternidad en Bulgaria (15 días) y Croacia (16 semanas) también superan claramente las condiciones españolas, a pesar del “avance” con la reforma respecto la situación española anterior.

Además, la ampliación española efectuada por el “Gobierno más progresista de la historia” llega tras la presión de las directivas europeas para favorecer la conciliación laboral y familiar, y aún así la diferencia en duración mantiene al Estado español rezagado en comparación incluso con algunos países de Europa del Este, habitualmente considerados “atrasados” en materia de derechos sociales.

Si se compara con los países del norte de Europa, la brecha es incluso mayor: Suecia dispone de 480 días (aproximadamente 69 semanas) de permiso parental que deben repartirse entre padre y madre, con al menos 60 días obligatorios para el padre, y Noruega ofrece hasta 392 días (56 semanas) al 80% del salario o 322 días (46 semanas) al 100%, con periodos obligatorios antes y después del parto para la madre y un permiso amplio para el padre.

Otros países del norte de Europa, como Dinamarca, cuentan con una combinación de permisos donde los padres tienen dos semanas de paternidad obligatorias y otras nueve intransferibles que deben disfrutar antes de que el bebé cumpla un año, con amplios períodos parentales intransferibles y remunerados, muy superiores a los españoles. La participación masculina en el uso de estos permisos es también considerablemente mayor en esos países que en el Estado español.

Por lo tanto, estos datos sitúan al Estado español a la cola europea en materia de conciliación laboral y familiar, contrastando con el marketing “feminista” y de “líder en derechos sociales” que intenta vender el Gobierno. Además, el PSOE ha mantenido sus reservas en la negociación de esta tímida ley de obligado cumplimiento bajo presión de Bruselas, y finalmente la tenido que aprobar a regañadientes.